Basket Marcha 2012 24 octubre, 2012 | Page 4

La historia que nunca fue Dos minutos y medio condenan a los aurinegros a vivir la realidad de la ACB, cuarta derrota consecutiva y la vida sonríe un poco más Por Fran Rodríguez *Viki Arvelo El Canarias ha reescrito la historia. Los pupilos de Alejandro Martínez han jugado un partido perfecto para doblegar a un Madrid todopoderoso que sufre su primera derrota de la liga. Richi Guillén fue el gran artífice de una victoria brutal ante un pabellón pletórico, que tembló con la hazaña de sus héroes canaristas. Saúl Blanco impartió una demostración completa de coraje para dar al Canarias su primer triunfo de la temporada. Ni Rudy, ni Sergio, ni Carroll, la estrella de esta cuarta jornada de la ACB tiene nombre de equipo: CB Canarias. El que pueda, que olvide estas últimas letras. El subconsciente muchas veces traiciona y la historia casi nunca es como a muchos les gustaría que fuese. Lo anterior es la historia que nunca fue, lo siguiente es el amargo sabor que dejan las gestas incompletas. Cuando Richi Guillén anotó aquel triple, su aparente desidia se esfumó. Su energía fue tan grande que la inercia levantó de sus asientos a cinco mil personas y del sillón a otras tantas. El marcador no mentía: 82-70 a 2:27 para el final. Pablo Laso gritó el tiempo muerto como quien recibe un puñal y se sabe moribundo. Mientras, Guillén apretó el puño y alzó la mirada. Sus ojos de furia miraron a todos sus compañeros. El Canarias iba a matar al Madrid. Dos minutos y medio para el olvido Entonces, llegó Jaycee Carroll. Ya había llegado ’20 puntos’ antes, pero ahora lo hacía para ganar. Carroll es un ex misionero piadoso, pero que con el Canarias comete el pecado de aniquilarlo cada vez que lo ve. Él y Rudy Fernández reactivaron a un Madrid que se arrastraba con la enorme vergüenza de saberse perdedor ante un equipo que valía 25 millones de euros menos. El baloncesto es de hombres y no de nombres y cuentas bancarias, recitaba el Canarias. Pero allí se esfumó todo. El parcial fue nefasto: 4-18. El miedo a ganar se palpó cuando Richotti y Uriz perdieron un balón inexplicable en la banda. El ruido se suicidó y el pabellón quedó mudo. Saúl Blanco corrió la pista y lanzó como pudo, pero el balón entró fuera del tiempo. “¡Maldito tiempo! ¡Malditos dos minutos y medio!”, gritarían algunos canaristas. El Canarias soñaba, pero le despertaron para comunicarle que perdió contra el Madrid (86-88). Y esta historia sí fue la historia. *Richotti penetrante Begic // Viki Arvelo