* Viki Arvelo
Un Canarias con derrota y sin su otra mitad
Por Fran Rodríguez
Hay cosas imposibles de explicar. Cosas que no llevan un
número, una fórmula o una hipótesis del destino. Hay
‘adioses’ que no se entienden, muertes que no se
explican o amores tan incomprensiblemente fuertes que
enseguida se rompen. No hay Pitágoras ni Tales que lo
descifren con acierto. Y es que la derrota del Canarias es
casi inexplicable. Inconcebible porque el cuadro aurinegro
fue un comienzo arrollador (23-12) y una defensa sólida
(73 puntos encajados). Injustificable porque el Valencia
Basket fue un conjunto mermado y una dicotomía
insalvable entre su presupuesto y lo que demostró sobre
el siempre parqué-pista de patinaje del Santiago Martín.
Sobre ese hielo tinerfeño comenzó su baile el Canarias,
un equipo con inercia sevillana, con la fuerza centrífuga
suficiente del primer triunfo que lo alejaba de su centro,
de las derrotas. Con ese impulso, los aurinegros fueron
un tifón de nombre Uriz y de apellido Donaldson. Ambos
taconeaban el son que dominaba a un Valencia
desconocido: Markovic se resentía de sus tobillos de
cristal, San Miguel era más inerte que una cerveza sin
alcohol y Lischshuk, con sus faltas, hacía más grande la
ausencia de Faverani. Además, Pau Ribas parecía que
tenía a Ivanovic en el cuello. Ni rastro de su *ACB PHOTO
buen
comienzo liguero.
Allí el Canarias se hizo fuerte. Su rebote no dudaba y su
caudal ofensivo era productivo. Al gran primer cuarto le
siguió un segundo periodo de estabilización. Los
canaristas dominaban y llegaban al descanso con ventaja
(40-34). Pero Jaime Heras solo había conseguido un
triple. No hubiese sido nada malo de no ser porque ese
triple fue el único local en diez intentos.
* Viki Arvelo
*Jakim
Donaldson
con 13
puntos y
10 rebotes
fue uno de
los
destacado
s // Viki
Arvelo