Primero y más importante: con la plantilla y la pretemporada, ¿triste como Cristiano o feliz
como Messi?
Ni frío ni calor. Es parte del trabajo, las victorias y las derrotas en pretemporada son un aprendizaje y
por encima de todo buscamos la cohesión del grupo. Hay jugadores nuevos, como los dos bases,
que deben conocer a sus compañeros y entender lo que queremos de ellos. Creo que si ganas es
mejor, pero como ninguno de estos partidos suma para la ACB, el resultado nos importa bastante
poco.
Para bien o para mal, ¿sorprende la imagen del equipo ante el Gran Canaria?
Hicimos cosas bien, hicimos cosas mal e hicimos cosas muy, muy, muy mal. Pero para eso está la
pretemporada y seguiremos trabajando para intentar hacerlas bien. Sé el tipo de jugador y el tipo de
persona que tengo en el equipo y para nada me sorprendió la combatividad del equipo, las ganas de
ganar, el compromiso que mostraron… Luego la pelota entraría o no, que lo hizo bastantes veces,
pero al final en la prórroga nos quedamos un poco sin resuella.
¿Qué cosas hizo el equipo “muy, muy, muy mal”?
Mejor que no las diga, porque en Internet todo el mundo lee cosas y queda muy poco para empezar
la competición. Además, puede que todavía haya alguno que no se haya dado cuenta de lo que
hicimos muy mal y prefiero que siga así.