Sin milagro de Santiago
Por Fran Rodríguez
El Canarias fue a Santiago a por el milagro y la
victoria. Algunos coincidirán en que es lo mismo y
otros en que es otra frase periodística sin sentido.
Sea como sea, los canaristas no lo lograron. Los
de Alejandro Martínez sufrieron su tercera derrota
en la liga ante un Obradoiro que completa un trío
de triunfos de leyenda, un inició histórico para una
historia de esfuerzo y dedicación.
Los tinerfeños cayeron por pérdidas (15), por
errores que no lo debieron ser y por el acierto de
un rival liderado por un Junyent eterno (20 puntos
y 6 rebotes), un Corbacho de metralla (cinco
triples) y un Kendall de incógnito pero efectivo (15
puntos, 8 rebotes y 4 asistencias).
Sin embargo, el Canarias mostró su lado B, su
otra mitad. Los canaristas mejoraron su defensa y
su rebote, forzaron los errores de un rival
desconocido por momentos y mostraron una
solidez que la ACB no había conocido en este
Canarias. Con ello, los aurinegros pudieron
competir y morir cuando se tiene que morir:
cuando llega el final y no n el tercer cuarto. Así,
Alejandro Martínez y los suyos pudieron rebajar
sus puntos en contra (71), sonreírle a la suerte
con canastas tan inverosímiles como la que
consiguió Richotti desde su campo y lograr lo que
para
algunos parecía
un milagro:
ser
competitivos. El Canarias regresó del Fontes do
Sar sin el milagro de Santiago, pero un milagro no
quita otro: este Canarias es diferente.
*Levon Kendall tapona el tiro de Blagota Sekulic // ACB Photo
No te vayas, Levi
No al menos este Levi Rost, no esta versión. El
de Michigan fue el líder indiscutible de un
Canarias que se amparó en su lucha por el
rebote, en sus castigos a Corbacho y en sus
triples para sostener un partido que dominó en
muchas fases. Levi Rost despistó con su partido
ante el CAI (0 puntos, 0 rebotes y 0 asistencias),
pero contra el Obradoiro demostró que puede ser
el extracomunitario que necesita el Canarias (14
puntos y 4 rebotes). Que su irregularidad
desaparezca, los canaristas lo necesitan: no te
vayas, Levi.