Serhiy Lishchuk
Pocos saben pronunciar su nombre y muchos le conocen. No es para menos:
17 puntos y 11 rebotes. Esos fueron sus números ante Obradoiro esta
campaña. Interior de altura infinita, de intimidación carcelaria y de buena
capacidad ofensiva cerca del aro. Este ucraniano, que una vez fue escogido
en el ‘draft’, es siempre una amenaza en la zona.
Vítor Faverani
Como bomba sin defectos, Vítor Faverani sí ha explotado esta campaña: 10 puntos
y 8 rebotes por choque. El brasileño se apropia de las zonas rivales con una
facilidad pasmosa. Pelo afro antaño y una fama pasada de poco trabajador. Todo
se olvida si Vítor cumple ahora con las esperanzas de un jugador que bien puede
ser uno de los mejores de Europa en su puesto. El futuro está en su ‘look’… y en
su talento.
Bojan Dubljevic
Este Bojan no es aquel del Barça, ni el que de vez en cuando da sus
destellos en Milán. Este Bojan juega al baloncesto, rebotea bien y tira mejor.
Su primer partido de la temporada fue su mejor carta de presentación: 19
puntos y 5 de 6 en triples. Jugador de futuro.
Rafa Martínez
El eterno cumplidor y una de las estrellas con menos brillo de la liga. Quizás
porque Rafa no infunde respeto, quizás porque Martínez hay muchos. Sea como
sea, Rafa Martínez es uno de los peligros máximos de la categoría. Su única
pega es su mal inicio de temporada: 7 puntos por juego.
Florent Pietrus
Jugador comodín, el que lo hace todo con la misma calidad y solvencia.
Este francés tiene talento para jugar en cualquier equipo de la
competencia y con grandes prestaciones. No obstante, en Valencia es una
simple rotación. Todo ello habla del peligro y el potencial de él y de su
equipo.
Chris Quinn
Vasallo de Lebron en Miami, intento de sorpresa de Popovich en San Antonio o
sustituto de Kelati. Quinn es eso y un tirador fiable. Es también el último en llegar
a Valencia, pero su año de experiencia en Rusia le ha servido para, de buenas a
primeras y en su debut, jugar 24 minutos. Su muñeca habló: 11 puntos.