Del partido perfecto al Canarias
Por Fran Rodríguez
José Luis Abós es el entrenador menos
original de la primera jornada de la ACB. “Mi
equipo ha hecho el partido perfecto”, recitó en
la rueda de prensa postpartido con una media
sonrisa. Aunque no por menos elocuencia, se
es menos certero. De hecho, el entrenador del
CAI Zaragoza era también el hombre con más
argumentos de Aragón y casi de España: su
equipo había batido a todo un Caja Laboral (8875) en su debut liguero.
De nada sirvió el regreso de Carlos Cabezas a
su casa del año pasado; la dureza de Nocioni; o
el rutilante debut del armador Taylor
Ronchestie. Tampoco valieron los pronósticos;
ni que los baskonistas sean uno de los equipos
más fuertes de la categoría. Menos aún importó
que el CAI jugase en el Pabellón Príncipe
Felipe, porque ese día los aragoneses fueron
los reyes.
El peligro de los bases
Jayson Granger y Jaime
Fernández
fueron
unos
asesinos. Unos bases con
metralla infinita para recibir al
Canarias. Entre los dos
endosaron a los tinerfeños 42
puntos, siete triples y 45
créditos
de
valoración.
Cantera pura para aniquilar a
un Canarias flojo en defensa.
El CAI Zarogoza no se queda
atrás.
Los
aragoneses
presentan una de las duplas
más solidas de la liga. Pedro
Llompart es el sustituto de
Carlos
Cabezas.
Su
temporada anterior fue de
ensueño en Alicante, y el
sueño no se acaba hasta que
te despiertas. El balear no lo
ha hecho todavía. Junto a él y
con él, está Sam Van Rossom,
un base eléctrico, a veces
soberbio y otras
Los zaragozanos dominaron todo lo que
pudieron y paliaron los arreones visitantes
cuando los hubo. Su partido fue de miedo. Una
rotación de nueve jugadores bastó para unas
transiciones en ataque vertiginosas y una
insistencia en el juego interior durante todo el
encuentro. El inicio del CAI Zaragoza no pudo
ser mejor. Ahora, los de José Luis Abós pasan
del partido perfecto al Canarias y por todos ya
es bien sabido: nadie es perfecto. O por lo
menos para siempre.
discreto. Ambos fueron los
motores del CAI: 23 puntos y
un solo balón perdido.
La zona de los
gigantes
Henk Norel y Pablo Aguilar
maldicen a las lesiones con la
misma intensidad con las que
se recuperan de ellas. Ambos
jóvenes y con una versatilidad
bestial. Lo hacen de todo y con
una
calidad
innata.
Sus
recursos
ofensivos
son
excelsos y se han recuperado
de graves lesiones en los
últimos tiempos para demostrar
que siguen allí. Es normal que
Abós insista en jugar una y
otra vez para sus interiores.
Con
Norel
y
Aguilar,
cualquiera lo haría.
Damjan Rudez complementa a
los dos pilares aragoneses.
Tiro exterior y movilidad para
un jugador de 2,08 con una
plasticidad atractiva. Los kilos
y el peso los pone Joseph
Jones, un tejano al más puro
estilo
Schortsanitis.
Su
contratación suplió la del
esperado Estaban Batista.
Con el uruguayo, el CAI
hubiera sido un equipo más
importante, aunque Jones es
un experimento que merece
una oportunidad.