Este año además de la cantera habéis formado dos equipos séniors que compiten en provinciales. ¿ Cómo nace esta idea? ¿ Qué objetivos tenéis? La idea veníamos rondándola algunas temporadas atrás y este ha sido el momento. Tenemos mucha ilusión en conseguir que el baloncesto masculino del colegio se vuelva tan grande como el femenino, y es un proyecto de largo plazo y de formación. El senior lo vemos como algo que puede ayudarnos a esto. Tener un equipo de esta categoría te completa como asociación, les hace ver a los niños que en el colegio hay baloncesto mas allá del colegio, y que su paso por él no tiene porque tener fin. Ademas en femenino teníamos ya unas cuantas generaciones de juniors que salían del colegio y nos demandaban seguir formando parte del proyecto. Creo que es una gran idea, que es muy atractivo y si Dios quiere, lo que ahora es un comienzo, en poco tiempo espero que se vuelva una tradición.
Imagino que estar al frente de un número tan amplio de entrenadores y ser la cabeza visible en un proyecto al que pertenecen tantos deportistas no debe ser fácil, ¿ se te presentan muchos problemas? El grupo de entrenadores es uno de los secretos que nos hace ser lo que somos a día de hoy. Son entregados, generosos y muy buenos profesionales. Siempre digo que el entrenador que trabaja en Asunción es de un perfil distinto al resto. Creo que no vale cualquiera para trabajar en Asunción, y por eso a veces, nos cuesta dar con personas tan especiales para este lugar tan especial. Sin necesidad de conocer otros staff técnicos, te puedo asegurar que desde hace 3-4 años, el
de Asunción no tiene comparación con ninguno. Es mas al menos 4-5 de ellos podrían ser grandísimos coordinadores incluso en cualquier club. Problema es no tener entrenadores con ganas de trabajar y de llevar a cabo el proyecto que tengo en la cabeza, problema es no tener personas que te rodeen que quieran lo mismo que tu o el no tener respuesta cuando les pides algo. Creo que además de ser escuela de jugadores somos también escuela de entrenadores, tenemos chicos y chicas jóvenes que terminan como jugadores y se enrolan al proyecto como ayudantes y con el tiempo son entrenadores y el mensaje se renueva y nunca pierde la esencia, ya que la transmisión que se recibió como jugador ahora se transmite como entrenador. Además nunca he dudado en dar a un chico o chica joven la oportunidad de ser entrenador principal si tiene capacidad a pesar de la poca experiencia. Es algo que hicieron conmigo y ahora lo llevo a la practica siempre que tengo ocasión.
Antes me contabas que este año te han introducido de lleno en el deporte femenino, pero no en el baloncesto, sino en el voleibol. ¿ Qué tal la experiencia con las chicas? [ Risas ] Como me conoces sabes que es algo que me llena de felicidad. No tuve miedo a ser coordinador de baloncesto a pesar de ser entrenador de futbol sala y ahora me he metido de lleno a entrenar voleibol. Creo que en mayor medida a veces hace falta mas ilusión que una titulación. Sin desmerecer a nadie titulado, pero la ilusión y la fe mueve montañas, y yo tenia esa inquietud de trabajar con un grupo de niñas que andaban