cuencia de sesiones y herramientas de entrenamiento simples . Los preparadores deberían adoptar un punto de vista integral y tener en cuenta las preferencias de cada jugador y en los programas propuestos debería haber un mínimo de dos sesiones a la semana ( separadas por entre 48 y 72 horas ): una sesión de alta intensidad ( HIT ) y otra de fuerza y potencia . Las vacaciones , además de servir para recuperarse del estrés fisiológico y psicológico de la temporada , pueden ser una buena oportunidad para preparar mejor a los jugadores para el año siguiente . Un programa bien planificado durante las vacaciones contribuye a mejorar los efectos del entrenamiento en la inminente pretemporada , así como a corregir o reducir los problemas específicos de cada jugador , lo que , por falta de tiempo , no es factible en otros momentos año . n
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