ESTABA EN LA SIESTA
Los tanques amargos se llevan las almas con la tristeza,
con el dolor de saber que nunca se despedirán
con el dolor de saber que nunca más los volverán a ver.
En noches oscuras,
las estrellas iluminan un nuevo camino
y las horas…
Las horas pasan y lloran.
La lluvia ahoga nuestros pensamientos
y la ira grita
por aquellos que mueren entre las llamas,
o bañados en lágrimas de soledad,
en silencio.
Ahora ya no existe el mal, ni el bien.
Ahora los ríos sangran.
Yo,
yo estaba en la siesta.
NACHO CARDONA
SOFÍA CANDELA
RUBÉN CARDONA
BRUNO CHAURE