Baltazar Ushca “El último hielero del Chimborazo” volumen 1 | Page 12

A finales de febrero, mientras trabajaba en las laderas del nevado, sufrió un accidente. Un bloque enorme de hielo estuvo a punto de aplastarlo, tras ser removido. Al tratar de esquivar el golpe, la punta helada aterrizó en su pie. Baltazar estaba solo.

Como la mayoría de las veces cuando asciende a la montaña. Sin quejarse, se las arregló para montar en uno de los Apiakuna (Burros) y regresó a casa herido.

Cincuenta y siete años como hielero y un único accidente. Ése es Baltazar. Dice: Pay iwka mana le nanan iwka mana charin manchanayay iwka wiñay ha llankachishka kasi(él que no le duele, que no tiene miedo, que siempre ha trabajado tranquilo).

Ya tiene casi olvidado lo ocurrido en febrero: aquel macizo que era el sustento de su familia y su vida entera y que le trajo la única desgracia.