Bajos & Bajistas 59 | Page 29

Las cuerdas son uno de esos componentes de nuestro instrumento al que muchas veces no prestamos mucha importancia quizás debido a lo efímero de su existencia o por que tienen un precio relativamente barato o porque quizás lo único que nos importa es que el instrumento este bien afinado y listo para tocar sin pararnos a pensar que tipo de cuerdas llevamos .
Sea cual sea la razón , a lo largo de los años hemos visto como esta “ despreocupación ” por las cuerdas disminuía entre los músicos y crecía la tendencia a preocuparse e investigar sobre qué tipos diferentes de cuerdas podíamos encontrar en el mercado para conseguir uno u otro sonido o tacto . Esta tendencia hay que decir que se ha visto favorecida por dos aspectos , el espíritu de innovación de los diferentes fabricantes y el acceso a través de las redes sociales de todo tipo de información detallada sobre el producto en cuestión . Pero antes de hablar de cuerdas hagamos un poco de historia para ver el origen de lo que hoy montamos en nuestro instrumento .
Como muchos componentes en nuestro moderno bajo eléctrico , debemos buscar el origen de las cuerdas en las antiguas y originales cuerdas de tripa o intestino , normalmente de oveja , aunque seguramente otros animales fueron utilizados para tal fin . Esta tipo de cuerdas presentes en los instrumentos de tipo barroco , como el violín o el chelo , también eran utilizadas por los contrabajistas en el siglo XVI . Y como hermano mayor de nuestro moderno bajo , los cambios y evolución en los materiales de este pasaron al otro . Con los años y la mejora de los procesos de producción estas originales cuerdas de tripa se fueron haciendo más grandes en diámetro hasta que un día alguien decidió incorporar un núcleo y un recubrimiento exterior metálico o lo que conocemos como “ wound ”. Y como era de esperar , esta forma de fabricar las cuerdas paso al bajo eléctrico una vez este se popularizó .
Ya en la década de los años 40 y 50 ’ del siglo veinte , la eclosión de lo que llamamos bajo eléctrico de la mano de gente como Paul
Tutmark o Leo Fender entre otros , requirió de una cuerda más delgada y fácil de tocar pero con mucha masa metálica ya que esta era la única manera de aprovechar toda la potencia del campo magnético generado por las pastillas magnéticas . Así , las cuerdas de entorchado plano o flatwound , fáciles de fabricar en masa , empezaron a llenar los almacenes de los primeros fabricantes de cuerdas , convirtiéndose pronto en un elemento muy popular dentro de nuestro instrumento .
No fue hasta principios de la década de los 60 ’ que encontramos las primeras cuerdas de entorchado redondo o roundwound de la mano de marcas como D ’ Addario o Rotosound .
El origen de este tipo de cuerda más elaborada y muy popular actualmente , se pierde en el tiempo , dando lugar a diversas disputas sobre quien fue su verdadero inventor . Cuenta la leyenda que fue el bajista de The Who quién le pidió al fundador de
Rotosound que le hiciera un tipo de cuerda con más brillo y ataque para usarlas en sus grabaciones .
Pero ya sabemos que las leyendas son simplemente leyendas . Lo que si podemos contrastar es que a partir de este tipo de cuerda con entorchado exterior redondo los diferentes fabricantes empezaron a mejorar y diversificar los materiales que utilizaban para su fabricación ; el uso de diferentes tipos de acero , la introducción del níquel tanto en núcleos como en recubrimientos o hasta los más modernos recubrimientos de nylon , han hecho sin duda evolucionar a “ la cuerda ” incluso podría decir más que el propio instrumento .
Lo que era un simple alambre de tripa o metal se ha convertido hoy día en un elemento “ tecnológico ” fundamental a la hora de modelar y matizar nuestro sonido . Y decimos tecnológico porque la tecnología que se esconde detrás de su fabricación es más de la que se le supone .
TALLER 28