19
Hasta que pueden hablar, los bebés no tienen otra forma de entender o comunicarse, así que sus sentidos se convierten en los principales receptores de su entorno. En las semanas y meses por venir, los sentidos de la vista, el oído, el gusto, el tacto y el olfato continúan desarrollándose, ayudándoles a saber más sobre sus padres y su entorno.
Debido a que los bebés no se pueden mover mucho, por lo menos al principio, necesitan tu ayuda para que tengan cosas interesantes que ver y con las que puedan jugar. Crecerán conforme les muestres una variedad de sonidos y objetos de distintas formas y texturas. Conforme abras el amplio mundo de sus sentidos, poco a poco tu pequeño empezará a asimilar qué hay allá afuera y, literalmente, aprenderá a darle sentido.