El Quetzal o Kabek era un ser maravilloso, que irradiaba luz, fuerza y colorido. por las mañanas cuando apenas salía el sol y las gotas de rocío se deslizaban por las hojas de los árboles, hasta recorrer los campos y montañas para alimentar el cauce de los ríos. El Kabek se posaba en lo más alto de la cumbre de los árboles y abría sus brillantes alas, para con ello desplegar cada uno de los colores del arco iris como símbolo de estabilidad y esperanza en la tierra.
El Kabek en la aventura
Recuerda:
"el Escultismo es un juego al aire libre; por lo tanto, cada vez que tengas la oportunidad, sal al campo."
B.P.
Escultismo para Muchachos