"El desarrollo del pelo gris es una marca de envejecimiento, pero nadie
podría
decir
si
causa
envejecimiento",
agregó
Harvath.
Este reloj biológico ha revelado resultados particulares, pues las
pruebas de los tejidos sanos del corazón muestran que su edad
biológica es de unos nueve años más joven de lo pensado, mientras
que los tejidos mamarios femeninos envejecen más rápido que el resto
del cuerpo. "Los tejidos mamarios femeninos, incluso los sanos,
parecen más viejos que otros del cuerpo humano. Esto es interesante
teniendo en cuenta que el cáncer de mama es el cáncer más corriente
en las mujeres. Además, la edad es uno de los factores de riesgo del
cáncer, de modo que este tipo de resultados podrían explicar por qué
el cáncer de mama es tan corriente", añadió Horvath
IDENTIFICAN LAS MOLÉCULAS QUE CONVIERTEN EL SONIDO
EN SEÑALES EN EL CEREBRO
Investigadores han identificado las moléculas en el oído que convierten
el sonido en señales cerebrales, un trabajo que podría conducir al
tratamiento de ciertos tipos de sorderas, informó hoy la revista Cell.
En una investigación apoyada por los Institutos Nacionales de Salud,
los científicos del Instituto Scripps de Investigación (TSRI por su sigla
en inglés) en La Jolla (California) identificaron un componente crítico
de esta proteína llamada TMHS.El artículo explicó que la proteína es un
componente de los canales de mecanotransducción que convierten las
señales de las ondas de sonido en impulsos eléctricos que se
transmiten al sistema nervioso."Durante décadas los científicos han
tratado de identificar las proteínas que forman los canales de
mecanotransducción", dijo Ulrich Mueller, profesor en el Departamento
de Biología Celular y director del Centro Dorris de Neurociencias en
TSRI, quien dirigió el estudio.
En el laboratorio, los científicos fueron capaces de colocar TMHS
funcional en las células sensoras para la percepción del sonido en
ratones sordos, recién nacidos, y restablecieron la función.
Los científicos creen que la TMHS parece ser el eslabón directo entre la
cóclea -la estructura con forma de caracol en el oído interno que
responde al sonido- y el mecanismo que envía las señales eléctricas al
cerebro. Cuando esa proteína está ausente en los ratones, el oído no
envía señales al cerebro y los animales no pueden percibir el sonido.