07. LITERATURA
LA FIESTA
Cada septiembre, el predio del Parque de las
Naciones recibe más de 120 mil visitantes. Tal
nivel de concurrencia hizo que desde hace 5 años
también se celebre la Pre Fiesta Del Inmigrante,
en julio. Que funciona como un lanzamiento
formal a la vez que ayuda a dar mayor difusión a
la celebración central de septiembre.
La curandera
El amanecer se anuncia tras del cerro Santa Ana, un gallo lejano canta por
segunda vez despertando al monte que se viste con colores tenues. Tiene
que subir al cerro, le dijeron que allí vive una vieja sabia que puede curar a su
pequeña hija. Escasean los médicos en la campaña y no tiene dinero para bajar
hasta Posadas y acercarse al Hospital Madariaga.
Espía entre los matorrales para localizar algún sendero que la lleve a destino.
Ladridos lejanos la orientan hacia un rancho donde una mujer muele maíz en un
mortero; con un gesto indica un camino angosto. Elvira lo sigue a pesar de que
el terreno es intransitable.
Rodeada de árboles y casi escondida, una casucha pequeña que el tiempo ha
ido agregando remiendos parece estar deshabitada. Desalentada se sienta
bajo una cañafístula-que ha visto pasar más de cien años- apoya la espalda en
el tronco y reza esperando un milagro. Se adormece por el cansancio, el hambre
y el sopor que el mediodía arrastra. La sobresalta un olor rancio a bebida
fermentada que una mano apergaminada le frota en la nariz. Una anciana de
piel curtida y vestido andrajoso parece mirarla desde dos cuencas vacías.
La anciana no pregunta. Pone a la niña en un catre desvencijado y pasa las manos
una y otra vez sobre ella murmurando oraciones extrañas. Arroja un líquido gris
sobre el agua que hierve en la marmita. Al contacto con el agua el líquido se
endurece y toma la forma del cuerpito de la enferma. Palpa con dedos huesudos
aquella armazón simétrica y la desliza sobre la criatura. Con una mezcla de apepú
y ruda lava a la niña una y otra vez.
El pueblo minúsculo se extiende allá abajo, custodiado por el único camino
titubeante que, por tramos, escapa de la selva misionera y se destaca rojizo
como una víbora coral enroscada a los pies del cerro.
Está alta la mañana, cuando la despierta el llanto de la bebé reclamando su
alimento. La amamanta.
...De un trapo atado con varios nudos, Elvira saca unas pocas monedas que
alcanza a la anciana.
Al llegar al pie del cerro, mira hacia arriba: una figura peregrina entre pájaro y
nube, gravita entre el cielo y la tierra.-
Sonia Melo.
De niña se habitúa a jugar a las escondidas por eso corre a esconderse tras de un seudónimo. Veintisiete años
se dedica a la educación, aunque se da el lujo de criar hijos, tortugas y perros. Cuento va, cuento viene, gana
concursos: Premio Ajupaprom 1997, “Paraná, viejo río”; Premio el Maestro y las Letras 1999, “Un amigo espacial”;
Premio Asociación Supervisores Docentes de Misiones 2000, “Primavera burbujeante”. “Mi amigo el Libro Sana
Sana, Año 2012, Biblioteca Pública De Las Misiones Centro del Conocimiento. Misiones Provincial de Lectura:
Misiones Lee 2012, “Doña Disparate”.
Títulos: Maestra Normal Nac.; Prof. de nivel inicial; Maestra de Educación Diferencial; Téc. en Conducción Educativa.
Libros publicados: “Trece cuentos con yapa”; “Cuentos escondidos”; “Aventuras de Ignacio”.
“Macuquina, la monita carayá”; “Los vestidos de milena”.
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