Automóviles y Caminos 2009 | Page 112

Museo de puertas abiertas Planta de ensamblaje Los Cortijos de Lourdes, Caracas, 1963. 112 En 1970, las diligencias de Guillermo José Schael, Eugenio Mendoza, Antonio Agostini así como de activistas de las AAAA, dieron forma a la Fundación Museo del Transporte, cuya colección de automotores recoge el 2008, un centenar de piezas representativas de un siglo de historia automovilística. El primer automóvil ingresado al Museo fue el Ford dos pa?cuatro azul propiedad del coleccionista Asdrúbal Fuenmayor. «El sitio todavía estaba lleno de tractores y escombros pero traje mi carro para dar ejemplo a otros propietarios dispuestos a contribuir a darle forma al Museo». La Cuatro A perdió fuerza pero sirvió a una causa mayor como botón de arranque del Museo y contribuir a que el coleccionismo ganara momentos luego distorsionados por ciertas medidas económicas del año 1983 y siguientes, determinantes de que algunos propietarios empezaran a vender en el exterior sus mejores carros. Sin embargo, queda todavía una buena cantidad de piezas notables, menos en el Museo del Transporte que en garajes privados además de tantos carros entresacados de las chiveras y solares abandonados por gente entusiasta. Desaparecida la AAAA, hace treinta años nació Le Pur Sang, una de las asociaciones de propietarios de carro. Alfredo Bruck, Lorenzo Centeno y Nelson de La Rosa, vinculados a Le Pur Sang, son reconocidos como auténticos maestros de la restauración de autos antiguos y clásicos. «Algunos coleccionistas también restauran sus propios autos», hace la salvedad Centeno. Pero el ideal es recurrir a algunos de los expertos , agrega el coleccionista Antonio Valbuena, propietario de uno de los tres Mercedes 300 Ala de Gaviota que aún tenemos en el país. Entre sus clásicos deportivos figuran un Corvette de 1956, MG y Jaguar Cuando un grupo se separa de Le Pur Sang, nace en Caracas, AVAAC o Asociación Venezolana de Automóviles Antiguos y Clásicos, establecida en 1990 por Jorge Bello Domínguez y Leonardo Casadiego. Agrupa a coleccionistas con apreciable bagaje de carros americanos de 1930 a los 70. Refiere Bello que el año 1990, parte del grupo de propietarios comenzó a concentrarse en el estacionamiento del Mc Donald´s, en la Plaza La Castellana, luego de frecuentar las reuniones celebradas en el pequeño centro comercial en La Florida, sitio de reunión de miembros del ya antiguo Club Le Pur Sang. Allí nació la idea de formar una institución con la particularidad de agrupar a todo tipo de autos, cuyo único requisito para la época, era ser antiguo y/o clásico, en consecuencia, luego de meses y meses transcurridos, y de muchísimas ideas, nos trasladamos a la sede de un taller mecánico cuyo propietario poseía un carro clásico. Allí participamos la noche del día 18 de enero de 1991, las siguientes personas, que repito en su mayoría teníamos más de un año madurando la idea, Jorge Bello Domínguez, Vache Karacachian Guiragosian, Pedro Antonio Vásquez Perdomo, Edgar Enrique López Rivas, María Eugenia Rodríguez Morales, Juan Federico Moreno Escalona, Martín Vicente De Gregorio Meléndez, Lynn de Mille, Jean Paul Mille, Arnold Francisco Araque Angola, Artur Da Silva, Marta Miñano y Leonardo Casadiego; todos propietarios de autos antiguos y clásicos. La agrupación sería denominada Grandes Máquinas Americanas pero luego, de consenso, optaron por Asociación Venezolana de Automóviles Antiguos y Clásicos -AVAAC-. Para los últimos domingos de cada mes cursa una invitación abierta de AVAAC dirigida a todos los coleccionistas del país a fin de encontrarse en el Museo del Transporte, sede de dicha asociación.