Automóviles y Caminos 2009 | Page 105

Marchanticas A la bella fotografía tomada por Helmut Neumann Nestler desde donde hoy tenemos la plaza Venezuela, se suma esta otra de una camionetita, también de reparto. Es la adquirida en 1936 por Alfredo Fernández González para la fábrica de helados EFE. El monto requerido provino de que jugando lotería, Fernández se hizo con el número ganador del primer premio –cuenta su hijo Mariano Fernández Porrras. El día del estreno del vehículo, fueron retratados en la intersección del final de la avenida Las Acacias con la calle Los Almendros, en La Florida. Producía lo suficiente para casarse y para contribuir no sé con qué monto, con la empresa que su hermana mayor, Mila Fernández, y su cuñado, Alberto Espinosa Blanco, habían fundado en 1926: Productos Efe, S.A. Él me hablaba -narra Mariano Fernández Porras- de la adquisición de una o varias unidades de transporte de helados, que obviamente tenían que haberse diseñado como parte de lo que se llama la cadena de frío. Esto es, un sistema especialísimo para que en ningún momento, una golosina que se fabricaba a varios grados bajo cero, perdiera su calidad y su esponjosa textura. Mucha gente piensa que Efe inventó el helado, al menos en Venezuela. Por supuesto que eso no es cierto. Pero lo que sí ocurrió es que fue la empresa que lo industrializó en el país. Una compleja tarea -destaca Mariano-, más aún en un país tropical. Ignoro si esa camioneta con la que mi padre está fotografiado, específicamente es la unidad de transporte que él adquirió. Pero el hecho es que desde los 15 años fue grande su contribución. Primero llevando los libros de la compañía. Después, progresivamente se hizo socio y miembro permanente de su junta directiva. ¿Qué tiempo transcurrió antes que para vender Helados Efe incluyeran las marchanticas en la estrategia de comercialización? Una Chevrolet Apache de 1956 se halla en el Museo del Transporte, probablemente único sobreviviente de ese medio que música de por medio, atraía a chicos y grandes durante recorridos programados por las urbanizaciones de la ciudad. Nada original por lo demás, pues en la misma época, los años 50, en los Estados Unidos eran tan corrientes como en Venezuela, al menos, aquí en Caracas. La canción que las identificaba además del color blanco y la tira verdiblanca de cuadros, la trajo de Dinamarca uno de los Fernández que la adapta para anunciar la cercanía de la marchantica con su carga de sabores. Las marchanticas se acabaron como ventas motorizadas de helados. Quedan los carritos empujados por el heladero que andando llega a todas partes. Una absurda decisión judicial prohibió que en sectores de Chacao, los heladeros llamen con música a quien desee tomarse un helado. Ford 1935 Panel a la entrada de la carretera del Este en la década de 1930. 105