Ignacio Alamo Caligaris
Yo, Ignacio Alamo Caligaris, nací una tarde de verano de un día sábado, con una
temperatura agradable, y me cuenta mi papá que el hospital era un edificio antiguo y muy
grande, se llamaba Hospital Español.
En mis primeros dos años viví y crecí en una hermosa casa, que fue el lugar donde me
recuerda mi mamá, salió mi primer diente, también donde aprendí a caminar, y a hacer mis
primeras travesuras.
Empiezo a recordar estar junto a mi hermano y mi papá en un lugar donde había
mucha gente que cantaba, gritaba y saltaba. Fue mi primera vez en la cancha para ver un
partido de Belgrano.
También fue un lindo momento cuando conocí unas montañas, que para mí eran
enormes, con ríos de aguas cristalinas; eran las Sierras de Córdoba.
Los recuerdos siguen apareciendo en mi mente y me llevan a Rafaela, donde viven
mis tíos y primo, lugar al que me gusta ir porque la paso muy bien y me divierto mucho.
Cuando cumplí mis cuatro años viví una de mis ex periencias de niño más
emocionantes, que fue empezar el Jardín en la Escuela Juan Mantovani. Fue importante para
mí porque ahí conocí a muchos de los que hoy son mis amigas y amigos, y también pude
conocer a mis seños, que me enseñaron a disfrutar mucho del Jardín y a aprender jugando.
Siempre fui un niño inquieto, activo, curioso, y estaba todo el tiempo jugando con mis
juguetes, a la pelota, corriendo y disfrutando de ir por primera vez a ver el Rally con mi
hermano, mi tío, mi primo y mi papá, a los cuatro años.
Me gustó mucho lo que viví y aprendí en la Sala de cinco, cuando nos llevaron al
campamento que fue muy emocionante. Me di cuenta lo lindo que es disfrutar la naturaleza
y el medio ambiente, acompañado de compañeros y seños. Es por eso que disfruto mucho
cada uno de los campamentos y viajes de la Escuela, desde que empecé primer grado hasta
ahora que estoy en quinto grado, que me llevaron a Mar Chiquita.
Otra cosa que me gustó mucho fue cuando me dijeron que tenía que armar un volcán
en erupción con mis compañeros.
Hay algo que descubrí, cuando tenía nueve años, me di cuenta que me gustaba jugar
al fútbol, lo veía a mi hermano y quise empezar a practicar yo también.
Recuerdo todo lo que vivimos en familia cuando vimos el Mundial de Fútbol de Brasil,
en el 2014, y yo con siete años me puse triste cuando Argentina perdió la final.
El fútbol es un deporte que hoy practico.
Con diez años quiero contar que tuve y tengo una niñez alegre, feliz y que estoy
rodeado de familiares que me quieren y me aman.