Auschwitz, el matadero de la historia AUSCHWITZ revista | Page 18
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El 7 de octubre de 1944, los Sonderkommandos judíos (los prisioneros mantenidos
separados del resto y que trabajaban en las cámaras de gas y hornos crematorios)
organizaron un levantamiento. Las prisioneras habían logrado extraer explosivos de una
fábrica de armas y los utilizaron para destruir parcialmente el crematorio IV y tratar de
escapar en la confusión. Los 250 prisioneros fueron capturados e inmediatamente
ejecutados. Por otra parte, todos los miembros de los Sonderkommandos eran ejecutados
periódicamente y sustituidos por otros nuevos.
Las cámaras de gas de Birkenau fueron destruidas por las SS el 24 de noviembre de 1944
en un intento por esconder las actividades del campo a las tropas soviéticas.
Auschwitz III (Monowitz)
Los campos subalternos de trabajo instalados en el complejo de Auschwitz estaban
estrechamente relacionados con la industria alemana, principalmente en las áreas militares,
metalúrgicas y mineras. El campo de trabajo más grande era Auschwitz III Monowitz, que
inició sus operaciones en mayo de 1942. Este campo estaba asociado con la planta Buna-
Werke de la empresa IG Farben y producía combustibles líquidos y goma sintética. A
intervalos regulares, se hacían revisiones sanitarias por parte del personal médico de
Auschwitz II, con el fin de enviar enfermos y débiles a las cámaras de gas de Birkenau.
Cálculos sobre el número de víctimas
Hoy en día se calcula que en Auschwitz llegaron a estar internadas un total de 1,3 millones
de personas, de las cuales murieron 1,1 millones, el 90% de ellos, en torno a un millón,
judíos. Según cifras de Franciszek Piper, el grupo mayoritario de judíos trasladados al
campo corresponde a los procedentes de las deportaciones de 1944 desde Hungría
(438 000). Le siguen Polonia (300 000), Francia (69 114), Holanda (60 085), Grecia
(55 000), Checoslovaquia (46 099), Eslovaquia (26 661), Bélgica (24 906), Alemania y
Austria (23 000), Yugoslavia (10 000), e Italia (7 422). En Auschwitz murieron también
unos 70 000 prisioneros políticos polacos, algo más de 20 000 gitanos, 10 000 prisioneros
de guerra soviéticos, además de cientos de testigos de Jehová y decenas de los internados a
causa de la homosexualidad. Estimaciones coincidentes son las del historiador Peter Hayes,
según cuyo estudio solo 125 000 de los 200 000 supervivientes seguían vivos a la caída del
Tercer Reich, aproximadamente el 10% de las personas internadas en el campo entre mayo
de 1940 y enero de 1945.
Los responsables de Auschwitz seguían estrategias de selección diferentes según el origen
de los internos; así los judíos no seleccionados para trabajar eran enviados a las cámaras de
gas, casi siempre a continuación mismo de su llegada. En 1942, 140 146 de ellos fueron
enviados a las cámaras de Auschwitz I, hasta que en febrero de 1943 tomó el relevo el
complejo de Birkenau. Entre los mayores contingentes 327 000 de los 438 000 judíos
húngaros y 200 000 de los 300 000 polacos fueron gaseados, y gran parte del resto
murieron ejecutados o de hambre y enfermedades. Los gitanos también corrían la misma
suerte, pero no así normalmente los prisioneros políticos y los soldados soviéticos, que solo