Asetur 19 Abril.2014 | Page 24

Anteriormente la mujer era víctima de discriminación, no tenía un papel importante en la sociedad, era la persona encargada de las labores domésticas, y de mantener al esposo satisfecho, en la actualidad la “Mujer” es la encargada de ser el brazo derecho del hombre. LA MUJER SUMERIA Entre los sumerios la mujer gozó de un plano social muy similar al de la egipcia, si bien no llegó a igualarlo. Tenía sobre sus hijos los mismos derechos que el marido y, en ausencia de éste, administraba los bienes comunes y era la autoridad suprema del hogar. También tenía la libertad de emprender negocios particulares en forma completamente independiente del marido, poseía esclavos y tenía derecho de vida o muerte sobre ellos. En ocasiones, como fue el caso de la cortesana Shub-ad, pudo llegar a reina y gobernar en su ciudad con autoridad suprema. La mujer tiene un papel insustituible y privilegiado en la formación de la afectividad de los hijos (su capacidad de relacionarse, ¨inteligencia emocional¨, etc). Su aportación específica en la formación ética de los niños. La mujer tiene la capacidad de ser el centro integrador y la que mantiene la estabilidad en la familia, hay que recordar que la mujer es algo muy importante para la sociedad ya que la vocación de ser madre es solamente una forma de ser de ella misma. LA MUJER GRIEGA En Grecia la mujer se agrupó en dos categorías: Esclava y libre. La esclava era objeto de placer, sirviente sumisa encargada de satisfacer los deseos del hombre, dedicada a los quehaceres domésticos o, en el mejor de los casos, ama de llaves en la mansión de los ricos. La mujer libre gozó de gran estima y llegó a ocupar un sitio de respeto, aunque jamás de igualdad con el hombre. Recapitulemos a la mujer en la antiguedad: LA MUJER EGIPCIA Desde sus remotos comienzos, Egipto honró a la mujer transformándola en el hada protectora del hogar y la comunidad. La mujer egipcia gozó, quizá como ninguna otra, de amplias libertades y derechos; podía llegar a ocupar cargos administrativos, realizar operaciones comerciales o, inclusive, sentarse en el trono de los faraones. 23