con piedra pómez, lo que le confirió
una singular ligereza estructural. La
portada principal, llamada del Perdón,
se concluyó en 1664. Es la puerta de
honor y se abre sólo en grandes ocasiones. A la izquierda de esta fachada está
la estatua de san Pedro, con un libro y
una llave y se presenta Santa Rosa de
Lima, que fue la primera Santa Americana. A la derecha se encuentra la de
san Pablo, con la espada; y Santa Teresa a quien un ángel la hiere simbólicamente con una flecha en el corazón.
Con esta vista frontal de la Catedral se
brinda un escenario majestuoso con
sus dos poderosas torres que son las
más altas del país.
Distribuidas a los lados de la nave central se encuentran catorce capillas, ocho
antes de llegar al crucero y seis después
de pasar éste. En total, siete a cada lado
del templo. Cada una de estas capillas
guarda objetos artísticos de distintas
épocas y sin dejar atrás las pinturas que
resaltan la vida y la forma de la misión
de los obispos; al igual que no dejamos
atrás las esculturas que destacan como
las del Señor de la Columna.
El lugar que no se debe dejar pasar y admirar es la arquitectura que hay dentro
de la Catedral en el Coro, la cual se accede a él por dos hermosas e impresionantes portadas barrocas, las cuales lucen
columnas que son decoradas por oro de
hojas y en la parte superior se observa
los cuatro ángeles que decoran el antiguo coro. Frente al coro se encuentra, el
altar de Ciprés que fue proyectado por
Manuel Tolsá en 1797 y terminado por
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