su ayuda, ella se negó y cerró la puerta, los 3 reyes siguieron su camino, al poco rato la anciana sintió un gran remordimiento entonces lleno su saco de dulces, tomo su escoba y fue en busca de ellos, pero sin éxito alguno, era tal su remordimiento que toco en cada puerta regalando dulces y obsequios a los niños de todas las casas que visitaba con la esperanza de que alguna de esas casas fuera la de el Niño Jesús y ser perdonada. Desde entonces en el 5 y 6 de enero ella visita en Italia y en Chipilo a los todos los niños que se porten bien o no, dejándoles un obsequio en su calcetín, la diferencia es que si se portan bien les deja dulces y obsequios, pero si se portan mal les deja únicamente carbón dentro de su calcetín. Los niños le agradecen dejándole una naranja o mandarina. La Vecchia Mantuana Esto es la representación de una muñeca de papel y cartón con unos 4 metros de altura aproximadamente, vestida con trapos y ropa vieja elaborada durante meses antes, llegando el 6 de enero se exhibe y se le prende fuego representando la quema de todo el mal y despidiendo al año viejo, al consumirse casi por completo la muñeca, resurge de ella una joven con un traje
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