Interiores
casa principal de la hacienda es un gran espacio con techos altos con vigas, paredes gruesas y puertas que se abren a dos portales que dan al corral principal y los jardines.
El diseño de la cocina de Petac proyecta una admiración por los cocineros y la cocina tradicional mexicana al presentar una colección de antigüedades culinarias mexicanas y ofrecer un espacio acogedor para demostraciones de cocina regional. Paredes de color amarillo brillante rodean un mostrador reconstruido cubierto con azulejos de Talavera de estilo colonial.
Una viga y ménsulas recicladas, originales de la hacienda, descansan sobre el mostrador de azulejos de colores. Vestir el espacio con un toque utilitario son los viejos metates mayas , moldes de azúcar, un mortero de café tallado a mano, cuencos de calabaza y una repisa (repisa colgante) para exhibir vasos. Un copeti pintado de pistacho descubierto en Mérida se ha convertido en un bienvenido objeto de arte “funcional”, reempleado con la adición de ganchos para el almacenamiento de utensilios. El tesoro original del siglo XVIII de la cocina es una alacena o mueble de pared empotrado.
En las paredes, el espacio reveló un nicho enlucido en el centro de la habitación.
El tono azul de la túnica de la Virgen pintada a mano era del mismo tono que la pintura original de la habitación, detectada en las jambas de las ventanas.
Confort y calidad en una hacienda del siglo XVIII