El deconstructivismo es una corriente arquitectónica que se desarrolló en la década de los 80 en los Estados Unidos y Europa. Entre sus principales características está la fragmentación, la falta de simetría, armonía y continuidad en las obras diseñadas bajo este concepto.
Este estilo presenta un tipo de diseño no lineal, que desafía las formas y se interesa por manipular las ideas sobre la superficie y las estructuras. Se aleja de la geometría euclidiana, al menos en apariencia, que utiliza las formas rectilíneas o planas.
Los edificios con este diseño tienen una apariencia visual que los hace ver muy singulares y sobresalientes. La arquitectura deconstructivista expresa un caos controlado, por eso a sus críticos les parece una escuela arquitectónica carente de contenido social. Algo así como un tipo de arte por el arte.
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