Arias y su enfermedad sexual Suplemento Oscar Arias | Page 5
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También afirmó que, después de lo sucedido, Óscar Arias siguió intentando
contactarse con ella. “Era muy persistente, al principio me llamaba desde sus teléfonos,
entonces yo sabía que era él y no contestaba, pero luego comenzó a llamar desde otros
teléfonos, fue tan intenso que desde entonces no contesto ningún número que no conozca”,
agregó.
“Luego me comenzó a enviar correos en donde me consultaba sobre varios
proyectos pero yo nunca se los contesté (…) También Óscar intentaba acercarse a mí por
medio de su secretaria o incluso de mi mamá, quien para la fecha ya sabía de lo sucedido”,
aseveró la activista quien semanas atrás relató estos mismos hechos a UNIVERSIDAD.
Ella agregó que, debido a esas situaciones, durante dos semanas cerró sus redes
sociales y apagó su celular, por lo que su familia y amigos solo la contactaban por medio de
correo electrónico.
En la denuncia judicial, la activista hace referencia a 15 personas que pueden
brindar sus testimonios sobre el caso.
Además, como prueba documental aportó correos electrónicos y chats, entre otros
documentos.
La declaración ante el Ministerio Público indica que la pretensión de la denunciante
es “que se investiguen los hechos y que se haga justicia. Para ayudar a otras víctimas que
no se han atrevido a hablar, a denunciar, y en el ámbito internacional poder ayudar a otras
activistas jóvenes para que no les pase eso”.
La denunciante indicó que no estaba interesada en hacer un reclamo de
compensación económica.
Desde el pasado viernes 1 de febrero, UNIVERSIDAD solicitó una entrevista al
expresidente Óscar Arias (1986-1990 / 2006-2010) para conocer su versión sobre esta
denuncia. Para ello se le llamó, se le enviaron mensajes a su celular y a su correo.
Posteriormente, también se contactó al abogado Rodolfo Brenes Vargas, quien lo
representa en el caso conocido como Crucitas, en el cual la Fiscalía acusa a Arias por el
presunto delito de prevaricato.