ASPECTOS POSITIVOS
El 15-M aglutina el gran malestar de una sociedad, dando también cabida a aquellas
personas que, aun con una cierta capacidad adquisitiva, al perder el empleo van tomando
conciencia de su situación, comprenden la de los
demás y se hacen conscientes que la solución no
puede ser individual y sí colectiva. Este
movimiento canaliza y reivindica la regeneración
de la política y la recuperación de la vida social, de
barrio, comunitaria y de buena vecindad,
conociendo a quien vive al lado que antes era un
extraño.
Entre muchas otras actividades del movimiento se
encuentran los “bancos” y “silos del tiempo”, donde
se produce el intercambio, se socializa, se
comparte. Se colectiviza el tiempo y se pone a disposición de los demás: “Te hago esto a
cambio de nada”. Es recuperar la gratuidad, ese don maravilloso que nos acerca a los
demás y nos compromete. Ese don generalizado en la España de la postquerra, que
hacía compartir con el prójimo (próximo), cercano, vecino, lo poco que se tenía.
El 15-M ha rehabilitado y revitalizado el encuentro, estar cerca, ser generoso y solidario.
Es un gran ejemplo de la vida, donde se da lo que
El 15-M ha revitalizado
tiene valor, pero no se le pone precio como en el
la solidaridad, el
Mercado, dejando al descubierto y desentrañando
encuentro y la
ese Mercado manipulado, injusto y corrupto, que
generosidad. Y al
nos ha llevado a una crisis ética y de valores y a
mismo tiempo, la
aplicar medidas equivocadas e injustificadas para
participación
salir de ella.
Los bancos de alimentos son una apuesta de solidaridad y generosidad: partir y compartir
con el más necesitado, para al menos cubrir las necesidades más básicas y perentorias
como es la alimentación.
En general y como conclusión, se trata de un movimiento que nace espontáneamente,
desde la indignación por el abandono y desprecio de los dirigentes a la ciudadanía y por
el sometimiento de los mismos a los banqueros y políticos. En contraste, se pone en
marcha una organización autogestionada y autónoma, independiente, informal, libre y sin
líderes; que devuelve la ilusión, la esperanza, la cohesión y el optimismo; que rechaza el
mercantilismo, la corrupción y la especulación; que devuelve la autoestima a la
ciudadanía; que hace renacer la confianza y la creencia que otra economía es posible y
que otro mundo es alcanzable, donde prevalezcan la ética, los principios y los valores.
Con ese espíritu nacen las Asambleas de Barrio, Comisiones, Grupos de Trabajo,
25