Argumentos Socialistas Nº 4 Enero 2014 | Page 25

ASPECTOS POSITIVOS El 15-M aglutina el gran malestar de una sociedad, dando también cabida a aquellas personas que, aun con una cierta capacidad adquisitiva, al perder el empleo van tomando conciencia de su situación, comprenden la de los demás y se hacen conscientes que la solución no puede ser individual y sí colectiva. Este movimiento canaliza y reivindica la regeneración de la política y la recuperación de la vida social, de barrio, comunitaria y de buena vecindad, conociendo a quien vive al lado que antes era un extraño. Entre muchas otras actividades del movimiento se encuentran los “bancos” y “silos del tiempo”, donde se produce el intercambio, se socializa, se comparte. Se colectiviza el tiempo y se pone a disposición de los demás: “Te hago esto a cambio de nada”. Es recuperar la gratuidad, ese don maravilloso que nos acerca a los demás y nos compromete. Ese don generalizado en la España de la postquerra, que hacía compartir con el prójimo (próximo), cercano, vecino, lo poco que se tenía. El 15-M ha rehabilitado y revitalizado el encuentro, estar cerca, ser generoso y solidario. Es un gran ejemplo de la vida, donde se da lo que El 15-M ha revitalizado tiene valor, pero no se le pone precio como en el la solidaridad, el Mercado, dejando al descubierto y desentrañando encuentro y la ese Mercado manipulado, injusto y corrupto, que generosidad. Y al nos ha llevado a una crisis ética y de valores y a mismo tiempo, la aplicar medidas equivocadas e injustificadas para participación salir de ella. Los bancos de alimentos son una apuesta de solidaridad y generosidad: partir y compartir con el más necesitado, para al menos cubrir las necesidades más básicas y perentorias como es la alimentación. En general y como conclusión, se trata de un movimiento que nace espontáneamente, desde la indignación por el abandono y desprecio de los dirigentes a la ciudadanía y por el sometimiento de los mismos a los banqueros y políticos. En contraste, se pone en marcha una organización autogestionada y autónoma, independiente, informal, libre y sin líderes; que devuelve la ilusión, la esperanza, la cohesión y el optimismo; que rechaza el mercantilismo, la corrupción y la especulación; que devuelve la autoestima a la ciudadanía; que hace renacer la confianza y la creencia que otra economía es posible y que otro mundo es alcanzable, donde prevalezcan la ética, los principios y los valores. Con ese espíritu nacen las Asambleas de Barrio, Comisiones, Grupos de Trabajo, 25