contra la inflación; la integración en la UE; el avance en políticas sociales; la
universalización de la educación y la sanidad; la consolidación de un marco de relaciones
laborales; y particularmente, el protagonismo de la negociación colectiva.
Desde 1994 hasta nuestros días, los sindicatos han conseguido notables logros y también
sufrido retrocesos afectados por la profunda crisis que estamos sufriendo. En todo caso,
deben responder a nuevos retos y asumir nuevos compromisos en la lucha contra el
incremento exagerado del desempleo; el aumento de la desigualdad y de la pobreza; el
desmantelamiento y la privatización de los servicios básicos; la presencia creciente del
capitalismo financiero en las empresas; el cambio climático; el fenómeno de las
migraciones; el déficit en protección social; la pérdida de salarios en la renta nacional; el
desarme fiscal; o, si se quiere, el fenómeno de la globalización —el nuevo orden mundial,
el pensamiento único—, que se ha convertido en una pesadilla para todos, salvo para
unos pocos.
LOS RETOS SINDICALES EN LA ACTUALIDAD
Efectivamente, los años finales del siglo XX y comienzos del siglo XXI aparecen como
testigos del fracaso del capitalismo realmente existente, que es precisamente el que
gobierna el fenómeno de la globalización.
Las expectativas de libertad, paz, justicia, y prosperidad que siguieron al colapso del
comunismo no se han cumplido. Por el contrario, han
dado paso a niveles de desempleo sin precedentes y, A medida que un país
en muchos países, al aumento de las desigualdades;
busca volverse más
la persistencia de lacras como el hambre; la pobreza
competitivo reduciendo
extrema —en apariencia irremediable—; la muerte de
sus salarios y sus
millones de seres humanos por culpa de
enfermedades fácilmente prevenibles y curables; la aspiraciones sociales y
multitud de guerras increíblemente salvajes en medioambientales, se crea
Europa, África y Asia que han destruido las vidas de una espiral descendente
millones de personas; y a una continua amenaza de en los ingresos y en las
conflicto nuclear.
infraestructuras sociales.
El fenómeno de la globalización ha consolidado la
plena libertad de los movimientos de capital cuyas
transacciones bursátiles —la mayoría de naturaleza
especulativa— son realizadas en tiempo real por la
aplicación de los avances tecnológicos en los campos
de la informática y de las comunicaciones. La
economía
financiera,
con
sus
componentes
fuertemente especulativos, está dominando el mundo
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Salarios más bajos y una
reducción del gasto
público, llevan a un menor
poder adquisitivo,
conduciendo todo ello al
estancamiento, la
recesión y el desempleo