ser fruto de los esfuerzos de movilización, son resultado de la vulnerabilidad política
creciente de los sectores con los que se enfrentan o del sistema como un todo. Dicho de
otra forma, el proceso político es el que abre o cierra puertas a la influencia de los
movimientos sociales.
No voy discutir la relevancia de los procesos políticos a la hora de explicar y, sobre todo,
de posibilitar la movilización colectiva; pero la mera existencia de oportunidades políticas
para la acción, no implica necesariamente que dicha acción tenga lugar. La relevancia de
la expansión de las oportunidades políticas es inseparable de los procesos de definición
colectiva por medio de los cuales se percibe y difunde el significado de estos cambios que
se producen en el ámbito político. Es preciso analizar tanto los factores estructurales que
han reforzado objetivamente las posibilidades de la oposición, como los procesos que
inciden en la atribución de significado e importancia a unas condiciones políticas
cambiantes. La clave de la expansión de las oportunidades culturales, nos lleva a
considerar los acontecimientos o procesos
La crisis que las
específicos que estimulan los esfuerzos colectivos
propuestas emancipatorias
para enmarcar o situar los hechos en un marco de
vienen experimentando
referencia determinado.
desde hace décadas,
encubre una crisis más
profunda: de nuestra
capacidad de desear
En mi opinión, la principal aportación de los
movimientos sociales, también en la España de
hoy, es la de mantener una permanente tensión
crítica con la realidad; en otras palabras, su
función es la de enseñar al deseo a desear. En su hermosa biografía sobre Wiliam Morris,
reflexiona Thompson sobre las consecuencias que el fracaso del socialismo utópico tuvo
en relación con el desarrollo posterior del marxismo. La utopía mantenida por estos
socialistas, entendida como educación del deseo, suponía abrir una espita a la imaginación, "enseñarle al deseo a desear, a desear mejor, a desear más, y sobre todo a desear
de un modo diferente". En opinión de Thompson, el utopismo de socialistas como Morris,
de haber triunfado, hubiera supuesto la liberación del deseo para cuestiona