ARDUINO TALLER PRACTICO DE ARDUINO - SEGUNDA EDICION | Page 8
Historia
Arduino se inició en el año 2005 como un proyecto para estudiantes en el Interaction Design Institute
Ivrea (IDII), en Ivrea (Italia). En ese tiempo, los estudiantes usaban el microcontrolador BASIC
Stamp, cuyo coste era de 100 dólares estadounidenses, lo que se consideraba demasiado costoso
para ellos. Por aquella época, uno de los fundadores de Arduino, Massimo Banzi, daba clases en
Ivrea.
El nombre del proyecto viene del nombre del Bar di Re Arduino (Bar del Rey Arduino) donde
Massimo Banzi pasaba algunas horas. El rey Arduino fue rey de Italia entre los años 1002 y 1014.
En la creación de este proyecto contribuyó el estudiante colombiano Hernando Barragán, quien
desarrolló la tarjeta electrónica Wiring, el lenguaje de programación y la plataforma de desarrollo.
Una vez concluida dicha plataforma, los investigadores trabajaron para hacerlo más ligero, más
económico y disponible para la comunidad de código abierto (hardware y código abierto). El instituto
finalmente cerró sus puertas, así que los investigadores, entre ellos el español David Cuartielles,
promovieron la idea. Banzi afirmaría años más tarde, que el proyecto nunca surgió como una idea
de negocio, sino como una necesidad de subsistir ante el inminente cierre del Instituto de diseño
Interactivo IVREA. Es decir, que, al crear un producto de hardware abierto, este no podría ser
embargado.
Posteriormente, Google colaboró en el desarrollo del Kit Android ADK (Accesory Development Kit),
una placa Arduino capaz de comunicarse directamente con teléfonos móviles inteligentes bajo el
sistema operativo Android para que el teléfono controle luces, motores y sensores conectados de
Arduino.
Para la producción en serie de la primera versión se tomó en cuenta que el coste no fuera mayor de
30 euros, que fuera ensamblado en una placa de color azul, debía ser Plug and Play y que trabajara
con todas las plataformas informáticas tales como MacOSX, Windows y GNU/Linux. Las primeras
300 unidades se las dieron a los alumnos del Instituto IVREA, con el fin de que las probaran y
empezaran a diseñar sus primeros prototipos.
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