Aquí y Allá Apr. 2014 | Page 9

EL AMOR DE UNA FAMILIA LEJOS DE CASA Marella Romero La distancia que nos separan de los que queremos y el tiempo que pasa día a día es algo que no podemos controlar sino tratar de convertir la experiencia en algo magnifico. Tuve el valor de abrir mis sentimientos hacia otros, otros que nunca en mi vida había conocido. La sencillez y la unidad que tiene esta familia es muy fuerte, y permitieron sentirme como uno más de la familia, no como una persona que solamente esta viviendo ahí una temporada sin importancia. He podido aprender a convivir con ellos como si fuesen parte de mi propia familia. He cocinado con ellos, y vaya que eso es con muchas carcajadas porque siempre estamos cantando o bailando canciones de los ochenta. Jugamos al wifi y hasta cantamos karaoke. Me rio con ellos y también nos hacemos bromas, que por cierto nos duran todo la noche, sin exageración. Los momentos bonitos que me voy a llevar devueltas a mi tierra van a ser los que me llenarán de felicidad cuando recuerde el tiempo que pasé con gente que se ha convertido en mi corazón, en mi familia.