Aprendiendo MX Septiembre 2025 | Page 47

Tsunamis en el Pacífico, incendios en Europa y olas de calor sin precedentes en México. La crisis ambiental ya no es una alerta lejana, sino una realidad que redefine dónde y cómo elegimos vivir. Mientras algunas regiones enfrentan evacuaciones por desastres naturales, en nuestro país surge una nueva prioridad en materia de vivienda: habitar espacios capaces de soportar lo inesperado. En el mercado nacional, la conversación ha cambiado. Ya no basta con buscar una ubicación privilegiada o acabados modernos; ahora, contar con un inmueble capaz de resistir tormentas, deslaves o sequías comienza a percibirse como una inversión estratégica y, cada vez más, como un símbolo de previsión. Según el Atlas Nacional de Riesgos, más de 1,500 municipios mexicanos enfrentan amenazas relevantes como inundaciones, incendios forestales o ciclones. A esto se suma que el 77 % de las viviendas se ubican en zonas urbanas con un efecto isla de calor cada vez más severo, de acuerdo con el INEGI. La necesidad de soluciones habitacionales que contemplen estos factores es más urgente que nunca. El lujo ya no es tener acabados de mármol o domótica; es contar con un hogar que te proteja ante lo inevitable. Este enfoque está marcando una nueva tendencia de desarrollo, pues cada vez más personas priorizan la compra de propiedades que integren criterios de sostenibilidad y resistencia ante escenarios críticos. ¿ Cómo se traduce esto en su diseño, construcción y ubicación? Razón por la cual Patricia Ríos, directora Comercial de Coldwell Banker México,

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