Con una posición destacada como el segundo mercado más grande de América Latina para la industria farmacéutica , México ha atraído la atención de la comunidad científica , debido a su distinción en el panorama de la investigación clínica gracias a su riqueza genética y demográfica .
Desde 2013 , la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios ( COFEPRIS ), encargada de regular los ensayos clínicos en México , ha enfatizado la importancia de llevar a cabo investigaciones médicas en la población mexicana para hallar nuevas formas seguras y eficaces que permitan prevenir , detectar o tratar enfermedades de salud pública en nuestro país . En México , la investigación clínica se realiza principalmente en áreas donde existen necesidades médicas insatisfechas , como son las enfermedades autoinmunes e inflamación , oncología , enfermedades metabólicas , cardiovasculares , infecciosas y neurociencias , ya que son áreas que representan un mayor desafío en la salud de los mexicanos . Tan solo en 2020 , la población total ascendía a 126 millones de habitantes , de los cuales el 51.2 % eran mujeres y el 48.8 % hombres . En cuanto a la diversidad étnica , 2.6 millones de personas se reconocían como afromexicanas , mientras que 7.52 millones de habitantes hablaban alguna lengua indígena . Esta diversidad ofrece una oportunidad única para llevar a cabo investigaciones que aborden las necesidades específicas de estas comunidades , considerando su historial genético , sus particularidades de salud y sus respuestas a diferentes tratamientos . El Dr . Sigfrido Rangel , director Médico de GSK , explica que : “ Innovar , fortalecer y promover los ensayos clínicos en México es fundamental para el avance de la medicina y la salud pública en el país , a través de una investigación clínica robusta , el país puede contribuir al desarrollo de nuevas terapias y tratamientos que satisfagan
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