Anuario Raza Polo Argentino Anuario2018 | Page 39

rrer y varias cosas como en el polo. Eso ejemplifi- ca al jugador de polo argentino. Una persona muy de a caballo y en base a su soltura y audacia ha llegado a los niveles que conocemos. SB: Polito, vos te seguís capacitando constan- temente, no? Polito: Seguro. Siempre voy a seguir haciéndolo porque siempre hay mucho para aprender o per- feccionar. Creo que el argentino en eso es bas- tante cerrado porque hay muchos conocimientos para ampliar. En este caso, todos los cursos que se están organizando son para ver cosas nuevas que si te ponés a pensar son de toda la vida, pero estuvieron ocultas y ahora con el auge del polo salieron a la luz, y el objetivo es llegar al mejor ca- ballo. SB: La evolución de la genética hizo que cam- biemos la forma de trabajar… Polito: Antes eran crías naturales, con más edad y más rústicas. Ese era el modelo de antes, el cam- po fue cambiando con la llegada de la agricultura. Después en el polo llegó la transferencia embrio- naria, y si bien trajo una sensibilidad casi exquisita, hubo que adaptarse al nuevo caballo. Ya no era lo mismo de antes y tuvimos que usar la cabeza para transformar la forma de trabajo y hoy si no nos ca- pacitamos no estamos a la altura para trabajar con ellos. Por eso los nuevos métodos, el filete, que se introdujo en la doma, y siempre respetando a la mano de obra y a la paciencia, el trabajo diario sigue siendo lo indispensable para lograr el éxito. SB: ¿Cómo viste en los últimos años los caba- llos que llegaban antes y los que llegan ahora con el cambio de genética? tiempo pasa muy rápido. Por ejemplo, cuando vie- ne Gonzalo Pieres, le comento que Polito es parte viviente del catálogo de Ellerstina. Pensá, le digo, que en algunos casos él domó a la abuela, a la hija, la madre y si lo pensás bien no pasaron tantos años, pero los embriones dieron mucha velocidad y eso es lo que hablamos con Gonzalo cuando viene. Toda la evolución se hizo muy rápida. Mónica: Yo me acuerdo que en las primeras épo- cas llegaban caballos y nos rompían las tablas del corral, porque saltaban y daban contra la madera. Hoy llegan en el tráiler y los bajas sin problemas. El Polito: En algún momento cuando yo era más joven pensé que podía dominar la genética y el tiempo te demuestra las cosas. Y la verdad que cualquier domador, criador o jugador precisa de la 37