Future Lituania: Es una tordilla que trajo Carlos
De Narváez a domar acá de una yegua que ya ve-
níamos domando hijos que a Gonzalo Pieres le en-
canta que es la Lindsay, con Open Sunset como
padre. Después, cuando se la marco a Hilario, él la
compró y jugó el Abierto 3 años y ahora también
está en Estados Unidos. Una de las pocas yeguas
que hoy ves jugando con cuatro riendas.
Picosita: Hilario, cuando estaba en Palm Beach
siempre veía yeguas nuevas y compraba y las ha-
cía él, es como que les hacia un poco de doma y
jugando en Greenwich, con polo más tranquilo, ya
las hacía jugar y de ahí sacó a esta y algunas que
están jugando el Abierto.
Machitos Tecla: la Tecla, cuando Hilario va a
Greenwich le compra tres yeguas a Mariano Ague-
rre y al jugarlas las fue haciendo de polo y una de
ellas es la Tecla, hija de Machitos Chelo y Tatiana.
Es importante destacar que la gran mayoría
de estas yeguas (8) fueron domadas por Po-
lito en Lavinia, incluso alguna madre y abue-
las y hechas de Polo por Hilario o Salvador,
asimismo hay que remarcar que son crías,
en varios casos de yeguas SPC, selecciona-
das para polo por su aptitud, con Padrillos
Polo Argentino o SPC elegidos para Polo.
Como otros casos de criadores chicos que
han cumplido bien los procesos de Selec-
ción, cría y hechura de sus caballos.
Mónica y Polito Ulloa:
Sus comienzos en la cría
SB: ¿Cómo fueron los comienzos de ustedes
como criadores y que termina con integrantes
de la familia jugando el Abierto?
Mónica: Nosotros estábamos en un campo en
Córdoba que se llamaba “El Consuelo” y Polito era
el mayordomo del campo y tenía algunas yeguas
que domaba y aparecías vos Santiago y le de-
cías, “Vos Polito tenés que empezar a domar”. Un
día, llamó la mamá de Polito para contarnos que
una amiga le había regalado un campo de 4000
hectáreas que se llamaba “Lavinia”. Y cuando le
conté por radio a Polito, no entendíamos bien y
vinimos a Lavinia. En ese momento, la madre le
ofrece hacerse cargo del campo y Polito le dijo:
“Yo prefiero alquilarte 100 hectáreas y tratar de
domar como me dice Santiago Ballester” y bueno
ahí empezamos.
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