Anuario Raza Polo Argentino Anuario2017 | Page 8

Editorial El jugador de polo siempre agradece un buen caballo, y no solamente el pro- pio, sino también aquellos que puede admirar desde la tribuna una y otra vez. A esos que se les ve el corazón en una última corrida de suplementario, los que lo ayudan una y otra vez a su jinete a ganar la jugada imposible, a esos cuya boca es la continuación dócil de la mano que lo guía. Algunos caballos hacen historia. Y en honor de esos caballos, nuestra Aso- ciación ha tenido la iniciativa de conservar sus imágenes y sus recuerdos para todas las generaciones. Para eso creó el Salón d