Anuario Raza Polo Argentino 2014-2015 | Page 70

Tratamientos y Conclusiones Finales A esta altura está claro que no hay una receta única para resolver los problemas de aplomos de los potrillos ya que hay muchos factores diferentes que intervienen de distinta manera. Existen tratamientos específicos para cada defecto, cada grado y a cada edad del potrillo en particular. De todos modos, un mismo tratamiento aplicado a dos potrillos diferentes puede resolver a uno y al otro no. La explicación de esto es compleja, pero tiene que ver con la actitud individual, el comportamiento del conjunto madre / potrillo, su“ historial” de crecimiento, su contextura física, su patrón de expresión genética, etc. La clave entonces está clara: Hay que identificar el defecto, analizar la ventana de oportunidad que nos da el crecimiento, aplicar el tratamiento acorde a la situación y el momento y hacer el seguimiento del efecto que se va logrando, estando listo para hacer los cambios en caso que la mejora sea lenta o insuficiente. En líneas generales, y como en toda la medicina, los tratamientos son beneficiosos si el diagnóstico es correcto y es aplicado con el criterio adecuado a cada situación. Existen defectos que se resuelven con sólo tratamiento médico, pero también es posible que esto resuelva un defecto y sea el causante de uno nuevo. El reposo puede ser un tratamiento suficiente para lograr corrección de ciertos defectos pero contraproducente para otros, que suelen ocurrir especialmente cuando vuelven al campo. Los yesos y férulas son una opción en ciertos casos, al igual que los vendajes. El desvase regular y los desvases correctivos son una herramienta fundamental para defectos que ocurren sólo por debajo del nudo. Y si todos estos tratamientos denominados“ conservadores” fallan, la cirugía es una opción válida para situaciones en las que queda poco tiempo antes de que se fije el defecto o cuando los ángulos son lo suficientemente marcados como para haya riesgo de fracturas y / o lesiones invalidantes.
En conclusión, los defectos de aplomos correctamente diagnosticados y tratados en el momento apropiado tienen solución. Por esto pienso que la tan mentada frase:“ La madre da siempre así …” como justificativo de un desvío, es una frase que se puede y se debe erradicar cuando se hable de aplomos. Estar atento a ello durante los primeros meses de vida es una labor conjunta entre propietarios, veterinarios, desvasadores y personal vinculado a la crianza ya que la observación es sumamente importante. Ni los caballos deportivos, ni sus sistemas de cría, ni las actividades que hacen son“ naturales”. Por el contrario, son completamente ARTIFICIALES, por lo que el criterio de dejar que los potrillos“ sigan su curso natural” en la evolución de sus aplomos es un error que a la larga hace al sistema de cría caro e ineficiente. El diagnóstico temprano y preciso es clave así como lo es el control y seguimiento del crecimiento. Recordar que“ un potrillo ya ES un caballo” y que tiene su manera particular de ser evaluado y lo que él defina( o estemos dejando que él defina) en sus primeros meses de vida será lo que determine a futuro su potencial.
68