Salud
H.P.V. (VIRUS DEL PAPILOMA HUMANO)
Por la Dra. Maria Julia Chiavetto*
A partir de octubre de este año, en Argentina se sumó al
calendario oficial de vacunación 2 vacunas contra el HPV.
Una pediatra nos explica la importancia de las mismas.
El virus H.P.V. sólo infecta al ser humano en forma exclusiva. Se encuentra relación con el cáncer de cuello de útero,
vagina, vulva, ano, pene y boca, entre otros. Hasta el momento se han detectado más de 100 serotipos, es decir,
formas distintas de virus H.P.V.
La forma más frecuente de contraer el virus es mediante la transmisión sexual y durante el parto vaginal
madre-hijo. Se encuentra en discusión la transmisión
por elementos contaminados, por compartir ropa íntima,
toallas, baño, etc.
Los síntomas que genera el virus, se evidencian en tres
fases: 1) Latente; en ésta fase no se evidencian síntomas.
El H.P.V. sólo se diagnostica mediante técnicas específicas de ADN – PCR (a través del papanicolaou se toma una
muestra de células que se analizan en forma molecular).
2) Subclínica; en ésta fase tampoco se evidencian síntomas pero si se visualizan por colposcopia. 3) Clínica; se
visualiza a simple vista.
Actualmente, existen dos vacunas que nos previenen contra el H.P.V: una para los serotipos 16 y 18, de alto riesgo
para cáncer uterino y la otra que también incorpora los
serotipos 6 y 11, virus causantes de verrugas genitales.
La vacuna en Argentina a partir de octubre forma del
calendario oficial de vacunación para las niñas de 11
años. Es importante aplicarla antes de iniciar las relaciones sexuales. La protección ha sido documentada hasta
al menos cinco años y se espera que dure por lo menos
veinte años. Se aplica en forma intramuscular en brazo
en tres dosis, la 2da dosis al mes de la 1ra y la 3ra a los
seis meses. La cobertura de la vacuna se estima en un
90%. En el mercado se encuentran disponibles dos marcas
comerciales CERVARIX, GARDASIL.
Dado que ninguna vacuna puede garantizar el 100% de
protección contra cáncer uterino se recomienda dialogar
con nuestros hijos acerca de educación sexual, y alentar
la utilización de medidas preventivas. Es muy importante
vacunar a las niñas para que estén protegidas contra
el virus antes del inicio de las relaciones sexuales. Por
último, es fundamental realizar anualmente los controles
médicos (colposcopía, papanicolaou y si el médico lo requiere con técnicas moleculares para la detección viral).
*Médica Pediatra
M.N. 100810 M.P. 55238.
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