Anuario Northfield School 2011 - N° 1 | Page 56

Salud H.P.V. (VIRUS DEL PAPILOMA HUMANO) Por la Dra. Maria Julia Chiavetto* A partir de octubre de este año, en Argentina se sumó al calendario oficial de vacunación 2 vacunas contra el HPV. Una pediatra nos explica la importancia de las mismas. El virus H.P.V. sólo infecta al ser humano en forma exclusiva. Se encuentra relación con el cáncer de cuello de útero, vagina, vulva, ano, pene y boca, entre otros. Hasta el momento se han detectado más de 100 serotipos, es decir, formas distintas de virus H.P.V. La forma más frecuente de contraer el virus es mediante la transmisión sexual y durante el parto vaginal madre-hijo. Se encuentra en discusión la transmisión por elementos contaminados, por compartir ropa íntima, toallas, baño, etc. Los síntomas que genera el virus, se evidencian en tres fases: 1) Latente; en ésta fase no se evidencian síntomas. El H.P.V. sólo se diagnostica mediante técnicas específicas de ADN – PCR (a través del papanicolaou se toma una muestra de células que se analizan en forma molecular). 2) Subclínica; en ésta fase tampoco se evidencian síntomas pero si se visualizan por colposcopia. 3) Clínica; se visualiza a simple vista. Actualmente, existen dos vacunas que nos previenen contra el H.P.V: una para los serotipos 16 y 18, de alto riesgo para cáncer uterino y la otra que también incorpora los serotipos 6 y 11, virus causantes de verrugas genitales. La vacuna en Argentina a partir de octubre forma del calendario oficial de vacunación para las niñas de 11 años. Es importante aplicarla antes de iniciar las relaciones sexuales. La protección ha sido documentada hasta al menos cinco años y se espera que dure por lo menos veinte años. Se aplica en forma intramuscular en brazo en tres dosis, la 2da dosis al mes de la 1ra y la 3ra a los seis meses. La cobertura de la vacuna se estima en un 90%. En el mercado se encuentran disponibles dos marcas comerciales CERVARIX, GARDASIL. Dado que ninguna vacuna puede garantizar el 100% de protección contra cáncer uterino se recomienda dialogar con nuestros hijos acerca de educación sexual, y alentar la utilización de medidas preventivas. Es muy importante vacunar a las niñas para que estén protegidas contra el virus antes del inicio de las relaciones sexuales. Por último, es fundamental realizar anualmente los controles médicos (colposcopía, papanicolaou y si el médico lo requiere con técnicas moleculares para la detección viral). *Médica Pediatra M.N. 100810 M.P. 55238. 56