Nos esperaba a las 16:20 pm la sorpresa del torneo, Lujan Rugby. Los chicos se encargaron de
borrarlos de la cancha con un contundente 21 a 7. Si bien el calor causaba mella en el equipo y
varios soldados empezaban a dar muestras de que los físicos no aguantaban mucho más,
mentalmente nos dimos cuenta con ese triunfo de que estábamos para pelear el título. El equipo
hizo un clik y doblego el esfuerzo. Cuando un jugador no podía más, aparecía un compañero para
reemplazarlo y no bajar los brazos.
Semifinales contra Pucará. En un partido memorable de Benja Fulop, nos llevamos el primer
tiempo por 19 a 0. Parecía que la racha goleadora seguiría con facilidad, pero lo que parece fácil,
en el rugby de a siete no lo es. Al minuto del segundo tiempo se nos pusieron 19 a 14 y se nos
venían. Nos metieron todos los cambios juntos en el segundo tiempo y los que entraron eran
gigantes. ¿Cómo frenamos este aluvión?, me preguntaba al borde de un ataque de nervios.
Parecía que no había manera de doblegarlos, pero llego otro try así que nos pusimos 24 a 14 y a
aguantar como sea. Tremenda defensa del equipo para frenar en seco a los gordos que querían
dejarnos sin invicto. Ganamos 24 a 21 y conseguimos el primer objetivo. Estábamos en la final.
Faltaba un esfuerzo más. A las 18:40 final contra Centro Naval, un equipo aguerrido y que contaba
con un wing inmenso. Una especie de Julián Savea al que le pateaban la pelota al fondo y no había
manera de evitar el try. El cuerpo técnico había hecho lo que tenía que hacer. El rival estaba
estudiado y la táctica para repeler la fortaleza del rival funcionó a la perfección. Nuestro rayo
Moavro se encargó de que los intentos del wing nunca pudieran concretarse. Primer tiempo arriba
12 a 0 mostraron un equipo sólido que no dejaría escapar la oportunidad. En el segundo tiempo
el equipo salió a terminar la faena y con otro contundente despliegue de manos cerro la final con
un 24 a 0. CASI campeón !!!!!!!
Cuanta alegría junta, nada más lindo que ver al club campeón. Nada más lindo que ver a nuestros
chicos con la blanca y negra cantando la raca raca. Eran las siete de la tarde de un domingo y
seguíamos en Brandsen, pero nada importaba después de haber vivido un día tan intenso.
No quiero cerrar la crónica sin resaltar el increíble espíritu de equipo de los chicos y padres de la A,
quienes no dudaron un instante en esperarnos hasta altas horas de la noche con un terrible asado
en lo de Meira para festejar todos juntos. Qué lindo grupo, qué linda camada. Sigan así, amor por
la camiseta y mucho apego al club, condimentos esenciales para poner al CASI bien arriba.
Federico Bacci
VAMOS LA 2001 QUE ESTO RECIÉN EMPIEZA.
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