ANTÁRTIDA EXTRATERRESTRE - EL INCREÍBLE CONTACTO DE ROSALÍA Antártida Extraterrestre | Page 133
ANDREA VICTORIA CANO
LAS HADAS Y LOS ELFOS
Felipe se había ido para
ver un trabajo que había
visto en el diario, Rosalía y
él estaban en la "violeta"
más cruda (desempleados)
y se venía el invierno,
Felipe se fue llevando su
ropa por si lo contrataban,
la
empresa
ofrecía
hospedaje, así fue que la
empresa lo contrato como Técnico Instrumentista a sus 25 años, Rosalía
en ese tiempo se quedó sola viviendo en un hospedaje para señoritas
que estaba ubicado al lado de la "Heladería la Uruguaya". La habitación
que le correspondía a Rosalía estaba en un segundo piso y el cartel de
la heladería daba justo a su balcón. La habitación contaba con una
camita de dos pisos (litera), Rosalía dormía en la parte de arriba,
ensimismada se quedaba viendo por el balcón las luces de colores del
cartel que se encendían y se apagaban, el efecto que producía las luces
de colores intercalándose repetidamente producía en Rosalía un efecto
de hipnosis.
HADAS
Una tarde Rosalía llegaba del Correo Central de enviarle unas
encomiendas a Felipe, llegó agotada, se sentó en la parte de abajo de la
camita (litera) apoyando su espalda contra la pared con sus pies en el
piso y se puso a llorar desconsoladamente, se preguntaba el por qué
debía siempre estar separada de su hijo. Cuando de repente vio algo
indescriptible, alrededor de sus pies habían hecho una ronda las Hadas y
los Elfos, eran una belleza, estaban vestidos como "Robín Hood", con
una casaquita té con leche, cinto de hebilla grande, pantalón café oscuro
y gorrito de pluma. Las chicas eran rubias, con bonetitos y vestiditos
vaporosos, todos de distintos colores, su combinación era impecable de
"buen gusto".
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