ANDREA VICTORIA CANO
con unas risitas cantarinas, se reían de ella mientras le tocaban la ropa,
le levantaban en el aire el cabello, las nenas tenían el cabello cortito. La
nave tenía como un caño por el medio, y todas estaban de espaldas
apoyadas frente a Rosalía.
Una noche al llegar Rosalía del trabajo su vecina le entrega una carta, no
tenía sello postal, a su vecina se la introdujeron bajo la puerta, pero
como era para Rosalía la señora la estaba esperando afuera de la casa
para hacerle la entrega. Su vecina estaba impaciente por saber de qué
se trataba la carta, ya que en el sobre decía: Estados Unidos, cuando
Rosalía la abrió y leyó el contenido no le dio importancia y dijo para salir
del paso: "¡ahh sí, es acerca de un curso!". Dentro solo había una
hoja como las de avión, escueta y a máquina, más bien diríamos
imprenta, en la que le explicaban de las bondades de la "Clorella", el
musgo que le enseñaron los Extras en grandes estanques. Con Felipe se
reían y decían : "¿Y esto, con qué se come, de donde vamos a
sacar la Clorella?". "¿ Quién la trajo?"
La carta estaba escrita en castellano, Rosalía sentía satisfacción al sentir
que no era la única "tarada", que habían mas como ella, y lo de "tarada"
lo decía por ella y no era en broma, ya que estuvo más de 40 años
suspendida en el aire, el estar y no ser ¿Cómo descifrar ese infernal
enigma? Rosalía por años se creyó la “Reina de Saba”, se sentía
especial con el asunto de las abducciones, que ingenua, ahora caía en
cuenta de que estaba siendo usada. Fue arte y parte en una
confabulación donde no tocaba ni pito ni flauta, no era agradecida ni
desagradecida, solamente era. ¿Qué creía? Que al menos le iban a dar
un trocito de cielo, pero en vez de eso siguen esperando en su mesa las
cuentas de la luz, del agua, del teléfono, del gas, gastos centrales,
mutual, impuestos municipales, etc. etc.
Entonces creyó qué ella misma se prestó a ese juego desde el principio,
totalmente e ingenuamente, no sabía si consciente o inconscientemente,
al principio ignoraba de la "joda" que se habían mandado al engendrarle
un hijo, ignoraba como ni cuando, pero por los hechos acaecidos en el
transcurso, luego de Ellos haberse dado a conocer y dicha revelación ya
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