Antología Digital. Cuenta 7 Diario+de+séptimo+Volumen+2.+Edición+%2CMAYO+2019( | Page 17
más lindo y feliz de la vida.
Desde entonces voy todos los domingos a comer con mi familia y disfrutar los buenos momentos.
Fin.
LAS PUERTAS
Había tres puertas en la casa de la abuela.
Tres puertas. Tres llaves.
Un día en el pequeño departamento de Constanza, descubrí un llavero con tres llaves de un cobre pulido,
cada una con un tallado único. Inmediatamente supe de qué puertas eran.
La primera puerta la abrí un miércoles a la mañana. Al ver la puerta, supe que llave necesitaba para abrirla.
Era una puerta de departamento extrañamente familiar. Agarré la llave que tenía el mismo número que tenía la
entrada a la casa.
Giré la llave. Incliné el picaporte. Empujé la puerta. Y ahí entendí dónde estaba.
Me encontraba en el pasado, exactamente el 10 de marzo de este año, en el cumpleaños de Octavio.
Creo que ese fue el día más feliz de mi vida. Ahí fue cuando conocí a Matheo, mi novio. Todos ahí me
saludaron con un cálido abrazo, incluyendo a Matheo, aunque no nos conociéramos.
Nos presentamos y nos caímos bien.
Me gustaría haberme quedado para siempre, pero escuché la voz de mi abuela llamándome.
Al día siguiente abrí la siguiente puerta.
Era una llave que en la punta se podía observar un pequeño libro tallado.
La abrí.
Me vi a mi en La Feria del Libro, pero había algo raro, no estaba comprando, estaba vendiendo un libro, mi
libro.
Las personas me abrazaban y me pedían autógrafos y fotos.
Sonó la alarma. Me fuí
La tercera y última puerta la abrí el viernes.
Se podía ver un campo. Una cabaña. Muchas flores. Pero faltaba algo.
Me fuí. Escapé. Ni el mejor sueño contaba si estaba solo.
El domingo volví a entrar. Estaba asustado, vez volví sabiendo que no hacen falta ninguna puerta, esta
vez volví sabiendo que no hace falta ninguna llave para cumplir mis sueños, ellos estaban conmigo, en la