Antología de Cuentos de Terror Antología Cassandra | Page 14
Los relojes
En un viaje de Valencia capital a Cullera, lugar de la costa valencia al que ya
estaban casi llegando, un matrimonio sudamericano sufrió un avistamiento del que
no fueron realmente conscientes.
Era aún de día y sólo recordaban el sonido estridente de la radio y las luces que
se acercaban hacia ellos cegándolos.
Nada más. No recordaban nada más.
Al despertar vieron que estaban en la cuneta, con el coche en marcha y en estado
de semisueño. Despertaron y siguieron su camino mientras se preguntaban qué
había ocurrido.
- ¿Qué hora es? -preguntó el marido mirando su reloj.
- Las cinco. -Contestó su mujer.- Pero está parado, no puedo asegurártelo.
El hombre se dio cuenta de que su hora coincidía con el reloj de la mujer pero le
extrañaba algo: la tarde estaba acabándose, se notaba en el cielo.
Llegaron a los pocos minutos a Cullera y lo primero que hizo el hombre fue entrar
en una relojería:
Todos los relojes marcaban las cinco de la tarde, y como el suyo y el de su
esposa, todos estaban parados. El dueño iba de uno a otro poniéndolos en
marcha, dándoles cuerda, mirando las pilas.
El sudamericano se presentó y le confesó lo que le tenía preocupado, a lo que el
dueño de la relojería contestó:
- Hoy ha ocurrido algo extraño, todos los relojes de la tienda se han parado a
las cinco de la tarde.
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