Antología de Cuentos de Terror - 7° Grado CUENTOS 7MO | Page 28

El loco Médicos susurrando en una sala de descanso en un neuropsiquiátrico ubicado en Buenos Aires. -¿Viste al nuevo paciente que entró hoy por la mañana? - Dice con cierta peculiaridad. -No, ¿quién es el loco? - Replica intrigado. -Se llama Jorge Romita de19 años, un flaco de barrio. Lo encontraron ayer a las 4 am en un pozo de una plaza bajo un terrible estado de shock - escupiendo palabras calmadamente. -¿Un pozo?¿Me estás jodiendo, no? - incrédulo ante lo escuchado. -Te estoy tirando la posta, él cavó un pozo y se quedó ahí. Le tomaron declaraciones antes de traerlo, son dignas del loco más loco de todos los locos. -A ver, soltalas y te digo que me parece – burlonamente. -Aunque está bastante confuso, el chico, dijo toda una historia desordenada y entre tartamudeos, esto es lo que entendieron los canas: Hace-ce-ce-ce-ce un tiempo conocí una mina que me caía bie-e-e-e-en y al cabo de un tiempo nos volvimos no-o-o-o-vios, pero después de unos meses, la relación se volvió mo- mo-monótona y aburrida. Todos los días lo mi-mi-mi-mi-ismo, las mismas charlas, las mismas caras. A ella no parecía importarle, pe-pe-pero a mí sí. Un día a la salida de la secundaria tomé una decisión, cortar con ella. El día iba todo igual, hasta que pronuncie las palabras de la muerte, “ya no quiero estar más con vos”, ella se quedó callada mientras algo aparecía en su ca-ca-ca-cara, un agujero, se iba creando a cada segundo que pasaba, arriba de su ojo izquierdo, -imagen aterradora; estaba paralizado, literal, n-n-n-no podía moverme aunque quisiera, me tenía….atrapado. Logró proyectar en mi retina una imagen te-te-terrorífica, mi madre destri-tripada, mi mayor temor. Así de simple me dejo tirado en el piso gritando y convulsionando, en estado de pánico extremo, terror en carne propia, la imagen más vivida que se te pu-pu-pueda ocurrir. -¿De dónde era la flaca? - interrumpió curiosamente. -De esta zona – en tono perturbador. – Cambiando de tema, me hice una amiga hoy viniendo para acá. Por: Marco. 28