Un peluche pintor
Había una vez un peluche que se llamaba Tomás que vivía cerca del bosque. Un día fue a caminar al bosque, en el camino se encontró con un hechicero y le pidió un deseo: que pinte mejor, pero sale mal... Tomás se tocó el cuerpo y se dio cuenta que era suave. Llamó a un artista y le pidió que lo ayude a pitar mejor. Pasa un año, y ya aprendió a pintar, soñaba con ser artista.
Un señor puso un anuncio en la Avenida Carabobo pidiendo pintores, el ganador se convertirá en un artista. Tomás se inscribió, entró a agarrar sus cosas para pintar y se fue al concurso. Cuando Tomás llega y mira a los pintores que se llamaban Juan, Ton y Pepe, el señor del concurso les dice que había una cosa que tenía que pintar, la primera es que pinten a la Monalisa. Al finalizar, el señor dice que Ton, Pepe y Juan lo hacen mal, pero Tomás ganó y se convirtió en artista.
Fin
Benjamín Quispe Cáceres