Las aventuras de SEBASTIÁN HOLMES
De Echevarría karina
Versión de Aguilar Martinez Carlos
DETECTIVE de MASCOTAS
Sebastián terminó las palabras cruzadas antes del desayuno. Luego escuchó el ruido del timbre. En su mente se dijo “ojalá que no sea Matías” y no era Matías si no su vecina. A Sebastián le parecía raro que su vecina toque el timbre. “Hola” dijo la anciana “es que no encuentro a Pussy, pensé que podría haber estado aquí en tu balcón”. “Enseguida me fijo” dijo Sebastián. Abrió la puerta para fijarse y sintió un viento frío, algo le llamó la atención, algo que brillaba en el suelo. Eran lentejuelas plateadas. Agarró una y la acercó a su nariz. Regresó y le dijo a doña Rosa. Ella le preguntó a Sebastián “¿me ayudarías a buscar a Pussy? Te pagare”. Sebastián se acordó de la novela que había dejado en la mesa y se dijo “tal vez debo entrar en acción”. “El detective Sherlok Holmes hará todo lo posible…” Sebastián agarró su traje y su lupa, y lo fue a buscar. Primero agarró las escamas de pescado, las tomó y las guardó como pista. Fue a los balcones de doña Rosa, desde ahí se veían todos los techos y los patios. Sebastián pensó que tenía que haber pasado por allí. Se encontró una bufanda enganchada por los cables la terraza, estaba llena de objetos perdidos y viejos ruedas de bicicleta. Su Mamá le dijo “¡No sabés lo que pasó hoy!”. Sebastián le dijo “No mamá, no sé qué pasó, ¿por qué no me lo contás?”. La mamá le contestó “Que a los de la planta baja se les escapó la mascota por un túnel”. Sebastián había atraído a Pussy con las escamas. Al día siguiente doña Rosa y sus vecinos encontraron a sus mascotas.