Antología 10 películas de Disney basadas en historias no aptas para antologia cuentos basadas en peliculas | Page 27
Pasaron así muchos años, hasta que llegó un príncipe al
país y oyó a un anciano hablar del seto de espinas y afirmar
que detrás debía haber un palacio en el cual la maravillosa
hija del rey, llamada la Bella Durmiente, dormía desde
hacía cien años, y que con ella dormían también el rey y la
reina y toda la corte. Este príncipe sabía también, por su
abuelo, que muchos otros hijos de reyes habían venido hasta
allí para intentar llegar al palacio atravesando el seto de
espinas, pero que se habían quedado prendidos entre las
espinas y habían tenido un triste final. A esto dijo el joven:
—No tengo miedo, yo quiero entrar y ver a la Bella
Durmiente.
El buen anciano trató de hacerlo desistir de su empeño,
pero el joven no hizo caso alguno de sus palabras.
Habían transcurrido ya los cien años, y había llegado el
día en que la Bella Durmiente tenía que despertar. Cuando el
hijo del rey se aproximó al seto de espinas, no vio sino grandes
y hermosas flores que se hacían a un lado por sí mismas
y lo dejaban avanzar sin hacerle el menor daño. Cuando
hubo pasado, volvieron a transformarse en seto. En el patio
del palacio vio a los caballos y a los perros de caza de piel
manchada tumbados, durmiendo; en el tejado estaban las
palomas, que habían escondido la cabeza bajo el ala.