Anteproyectos FIN-11-2017-2 FI_U5_EA_JEMR_anteproyectodeinvestigacion | Page 24

Jessica, Madrigal, Rubio Prevención No hay nada que garantice la prevención de la anorexia nerviosa. Los médicos de cabecera (pediatras, médicos familiares e internistas) están en una buena posición para identificar indicadores tempranos de anorexia y evitar que se presente la enfermedad en estado avanzado. Por ejemplo, en las consultas médicas de rutina, pueden hacer preguntas acerca de los hábitos alimentarios y el grado de satisfacción con el aspecto. Si notas que un familiar o amigo tiene baja autoestima, hace una dieta demasiado estricta y está insatisfecho con su aspecto, considera la posibilidad de hablar con él o ella acerca de estos problemas. Si bien puede que no seas capaz de evitar que manifiesten un trastorno de la alimentación, puedes hablarles sobre conductas más saludables u opciones de tratamiento. La persona que sufre anorexia suele estar obsesionada con su imagen corporal. Le horroriza el hecho de estar gorda, o teme enormemente subir de peso. Come cada vez menos, realiza ejercicios excesivos, recuenta sin cesar las calorías que consume, pasa hambre y a la vez siente una constante fascinación respecto a la comida. Más tarde inicia el consumo de laxantes, diuréticos y pastillas dietéticas, agobiada por una imagen corporal que casi siempre está muy distorsionada: se ve a sí misma siempre gorda. El desorden alimenticio es una reacción ante los conflictos internos y externos. El estrés, la ansiedad y la infelicidad suelen ser factores desencadenantes, y la anorexia es un medio -muy ineficaz- para afrontarlos. Paradójicamente, la persona no tiene el control de su propia vida, y actúa así con el deseo de controlar su entorno, y sus propias emociones y reacciones. La persona anoréxica tiene una muy baja autoestima y constantemente necesita ser aceptada. En el fondo, siente que no merece los placeres de la vida y se priva a sí misma de toda satisfacción (incluido el comer). Refleja el temor del paciente en que si "se abandona" y se muestra al mundo tal y como es en realidad, será rechazado inmediatamente. La gran mayoría de pacientes -cerca del 90%- son mujeres. Está comprobado que las familias de las personas anoréxicas pertenecen a los estratos socioeconómicos