Jessica, Madrigal, Rubio
Prevención
No hay nada que garantice la prevención de la anorexia nerviosa. Los médicos de
cabecera (pediatras, médicos familiares e internistas) están en una buena posición
para identificar indicadores tempranos de anorexia y evitar que se presente la
enfermedad en estado avanzado. Por ejemplo, en las consultas médicas de rutina,
pueden hacer preguntas acerca de los hábitos alimentarios y el grado de
satisfacción con el aspecto.
Si notas que un familiar o amigo tiene baja autoestima, hace una dieta demasiado
estricta y está insatisfecho con su aspecto, considera la posibilidad de hablar con él
o ella acerca de estos problemas. Si bien puede que no seas capaz de evitar que
manifiesten un trastorno de la alimentación, puedes hablarles sobre conductas más
saludables u opciones de tratamiento.
La persona que sufre anorexia suele estar obsesionada con su imagen corporal. Le
horroriza el hecho de estar gorda, o teme enormemente subir de peso. Come cada
vez menos, realiza ejercicios excesivos, recuenta sin cesar las calorías que
consume, pasa hambre y a la vez siente una constante fascinación respecto a la
comida. Más tarde inicia el consumo de laxantes, diuréticos y pastillas dietéticas,
agobiada por una imagen corporal que casi siempre está muy distorsionada: se ve
a sí misma siempre gorda. El desorden alimenticio es una reacción ante los
conflictos internos y externos. El estrés, la ansiedad y la infelicidad suelen ser
factores desencadenantes, y la anorexia es un medio -muy ineficaz- para
afrontarlos. Paradójicamente, la persona no tiene el control de su propia vida, y
actúa así con el deseo de controlar su entorno, y sus propias emociones y
reacciones. La persona anoréxica tiene una muy baja autoestima y constantemente
necesita ser aceptada. En el fondo, siente que no merece los placeres de la vida y
se priva a sí misma de toda satisfacción (incluido el comer). Refleja el temor del
paciente en que si "se abandona" y se muestra al mundo tal y como es en realidad,
será rechazado inmediatamente.
La gran mayoría de pacientes -cerca del 90%- son mujeres. Está comprobado que
las familias de las personas anoréxicas pertenecen a los estratos socioeconómicos