Ansuz Magazine Segundo Número. Diciembre 2014 | Page 31

“Lo interesante de pintar juntos es que no existe la
individualidad, una idea termina siendo otra cosa
distinta a partir de que se nutre con el trabajo de cada
uno, dejamos atrás los egos para ver a la pieza como
un solo elemento”.
lo queríamos hacer súper detallado, súper chido,
durábamos mucho haciendo la etiqueta y como dos
horas imprimiendo cinco playeras porque las queríamos
hacer bien detalladas y les queríamos poner muchas
cosas”, menciona Pilo al respecto del material que
prepararon para Personas sin Convicciones.
Ello se ha visto reflejado en todo lo que hacen. En
9:30 a.m. cortometraje que duró en producción todo
un año para concretarse, fue una experimentación
que se dedicó en elaborar cada uno de sus elementos
de manera minuciosa, como si usaran una lupa que se
vislumbra sólo ante los ojos de quien disfruta su trabajo.
La muestra está en la elaboración de etiquetas y marcas
ficticias de los productos de supermercado, mobiliario,
el detalle de las casas y los carros; con lo cual denotan
una ciudad que tal vez puede ser como cualquier otra,
pero quienes la conocen podrán observar el reflejo
del Juárez antiguo y compararlo con lo que se ve en la
actualidad, así sea en una pequeña escena como la de
un camión pasando frente a una panadería.
“Nos interesa generar obra que no necesite de
explicación, porque cuando tienes que explicar algo
el arte se vuelve elitista y sobre todo permitir que el
público se apropie de la obra, por eso hacemos arte
callejero”, expresa Kukui. De ahí que: “…por eso nunca
nos ha gustado concentrarnos en exponer en museos”,
afirma Pilo.
Su labor se reconoce por la apertura para realizar
formas nuevas y desconocidas así como la tolerancia y
la humildad cuando alguien llega con una nueva idea, lo
cual favorece el proceso creativo y asimismo, enriquece
la obra colectiva.
A pesar de que el cortometraje se ubica, como ellos
dicen, en una ciudad como cualquier otra, se denota
cierto sentido de pertenencia y amor por Juárez. Su
motivación para iniciar con el estudio de animación fue
no ser parte de la fuga de cerebros, ya que generalmente
lo creativo se encuentra centralizado; al trabajar desde
Juárez han demostrado que en el norte también se
producen calidad, con un equipo y software que no le
pide nada a los estudios del D.F.

Es evidente que el colectivo se siente orgulloso de su
arraigo en esta ciudad fronteriza: “Eres de dónde eres,
nosotros somos de aquí, se nos dio la oportunidad y
fuimos afortunados porque hemos podido hacer lo que
nos gusta desde aquí, porque simplemente somos lo
que somos, aquí está nuestra familia y nuestra forma
de vida, aquí está lo que queremos y lo que nos gusta,
Juárez te da la oportunidad de ser como un híbrido, por
la cuestión de estar en la frontera y tener una mezcla
cultural. No eres ni muy mexicano, en el sentido de
lo tradicional, tampoco eres americano, pero te vas
nutriendo de muchas cosas… Por ejemplo, mi primera
palabra fue decir cookie en vez de galleta. ¡Pues Jellyfish!
así nos llamamos, entonces somos parte del híbrido que
en el trabajo creativo te da otras posibilidades y te hace
ser diferente de lo que se elabora en el centro o sur del
país”.
“Nosotros crecimos de otra forma: viendo los canales
americanos, aprendiendo inglés. Cuando uno va al centro
del país nos preguntan ¿por qué se llaman Jellyfish?,
¿por qué cuando hablan usan palabras en inglés? Cosas
que para nosotros son cotidianas, totalmente normales.
Tenemos unas influencias bien distintas, incluso en el
arte”, comenta Kukui. “No hay nada que me haga irme
a trabajar a otro lado, no hay nada que me haga querer
cambiar mi ciudad”, expresa Pika.
Jellyfish es un grupo de jóvenes quienes demuestran
que el compromiso con el trabajo rinde frutos cuando
se hace con entrega y amor por el arte, mediante la
comunicación entre el equipo y, en ocasiones, sin
intención de lucrar sólo por el gusto de promover su
obra. Aun cuando recibieron invitaciones para trabajar
en Austin, Chihuahua, D.F. y El Paso, han decidido
contribuir al desarrollo cultural de la ciudad que les ha
formado para llevar el arte a todo tipo de público; ellos
se encuentran centrados en la idea de que la humildad
siempre los hará sorprenderse con los detalles y se
sienten agradecidos por eso: “Nosotros no hacemos
arte ni somos artistas, eso es una etiqueta que te pueden
dar las otras personas, simplemente hacemos lo que nos
gusta”.

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