Ansuz Magazine Cuarto número. Febrero 2019 | Page 38
ahora tan electrónicamente como se acostumbra o de manera personal con quién
se pudo, y claramente para mí y los míos.
Más bien con las ganas de no ocultarme tras imagen con Photoshop, dejo
constancia que frente al camino que se renueva velozmente, yo soy una adolescente
que se sube a un camión urbano con las monedas justas para llegar a un destino
y que le alcance para la vuelta.
Una chica que pide cambio en el que andan recogiendo las basuras de
asiento los otros para vivir, las espaldas
para
estar
cerca
de
la
ventanilla y poder mirar la ciudad que cargadas
se mueve durante su viaje, que se vendedores ambulantes, los cuerpos
recarga en el cristal para sentir un bien y mal vestidos de algunos
poco el airecillo que se cuela y abarcar hombres y mujeres a los que no se les
con la vista lo que ocurre fuera, quien adivina el propósito y de los pocos
mira con asombro el desle cotidiano elegantes
de las personas que se apuran a los desplazándose
trabajos, de los jóvenes que juegan necesario, pero que siempre están ya
entre sí alargando los minutos para en otro lado.
llegar a la escuela o su casa, el pesado
movimiento de la anciana que carga
víveres, las muchachas bonitas y la
admiración de los hombres, las no
agraciadas y los tímidos que van
rápido o muy lento, refugiándose en
los demás, las sombras de los grises
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de
los
que
melancólicos
andan
en
un
a
pie,
intermedio