ⒿⒺⒻⒺ » Andrés Orraca: El Macho Seductor PDF/Libro | Page 24

tienen tu permiso interno para conseguir, al menos parcialmente, que esa información llegue a tu conciencia.
Por tanto, aceptaste eso como una verdad sobre ti, y comenzaste a colorear tu mundo, a crear la manera de verte a ti mismo y la forma en que interactúas y te relacionas con otras personas.
Lo más peligroso sobre las minas terrestres mentales es el hecho de que permitas al enemigo que te ataque justo en el corazón, en el interior de tu fortaleza protectora social y física. Ahí pueden dañarte muy profundamente, donde eres emocionalmente más vulnerable.
Así que un poco de explosivo recorre un largo camino, haciéndote una cantidad increíble de daño; y ese daño crea una reacción en cadena que continúa avanzando, porque la autointegración de la personalidad continúa haciendo implosión desde tu interior. Como el efecto dominó, un segmento de tus creencias trastornado e inestable tiende a golpear a la siguiente creencia.
Toda la cadena de autoconfianza y seguridad comienza a desplomarse; eventualmente, trabajando desde el interior para desenredar todos los aspectos de la persona, así como a desarrollar su habilidad para alcanzar, comunicar y conectarse exitosamente con el mundo de una manera efectiva y eficiente.
Algunas de esas minas terrestres son tan personales como: Soy...
� Feo. � Estúpido. � Anticuado. � Aburrido. � Malo hasta los huesos. � Socialmente inepto. � Ajeno a la moda.
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